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La nueva Cátedra Kapsch para una Movilidad Sostenible e Inteligente analizó los desafíos que se presentan en el ámbito de la investigación en movilidad

La cooperación con la renombrada Universidad Pontificia Comillas, anunciada en otoño del año pasado, se inició oficialmente con la presentación oficial de la nueva Cátedra Kapsch de Movilidad Sostenible e Inteligente, que analiza los retos de la investigación para la movilidad sostenible.

Antonio Muñoz, director de la ETS ICAI y Alfredo Escriba, CTO de Kapsch TrafficCom, presentaron la Cátedra y destacaron la importancia de la misma para examinar, analizar y proponer diseños de políticas de vanguardia para la movilidad sostenible.

En la siguiente mesa redonda, varios expertos de diferentes centros universitarios y empresas incidieron en que, de todos los retos que es preciso superar para lograr una movilidad sostenible, el más complejo es el cambio de comportamiento de la ciudadanía respecto a la movilidad y el transporte.

"Lo más importante es cambiar comportamientos y proponer mejoras tecnológicas o de infraestructura que lo faciliten, porque eso es lo más complejo", aseguró Irene Álvarez de Miranda, de INGEROP T3, quien subrayó que "la descarbonización de la movilidad no solo depende de cambiar las fuentes de energía o de ser más eficientes, sino de evitar viajes, cambiar distancia. La verdadera smart city debe trabajar inteligentemente con los recursos, no hay que solo desarrollar nuevas tecnologías".

Alfredo Escribá, CTO de Kapsch TrafficCom AG, se refirió a la gestión de la demanda, más que a la oferta de capacidad viaria, como una de las soluciones clave a los problemas de movilidad, y se preguntó hasta qué punto se puede influir en el comportamiento de los usuarios del transporte, para lo que es imprescindible "abordarlo todo desde un enfoque científico" con experimentos y análisis adecuados. Incluso con la ayuda de la inteligencia artificial para ayudar a la toma de decisiones, como mencionó Antonio Muñoz.

En este sentido, Ibon Galarraga, CEO de Metroeconómica, también se refirió a la gestión de la demanda y lamentó las lagunas que existen en la investigación y en las políticas públicas en lo referido al comportamiento de las personas respecto a la movilidad. "Es un error querer diseñar una política cuando se necesitan varias", aseveró mientras se preguntaba cómo conseguir que la ciudadanía acepte aproximaciones como las que sugieren cobrar una tasa para entrar en coche en las ciudades.

El de los impuestos fue un tema que dio de sí. Su aceptabilidad "es importante para el comportamiento", dijo María Eugenia López-Lambas, de la Universidad Politécnica de Madrid, aunque aparecen dificultades como la desigualdad social. Sobre esto también reflexionó Natalia Collado, de ESADE EcPol, quien también se preguntó de qué manera influye la tecnología y la desigualdad social en el comportamiento. "La infraestructura condiciona, y no solo en el aspecto regulatorio o de fiscalidad".

El profesor de Comillas ICAI, Pedro Linares, reconoció que para responder a todas las preguntas y retos sobre movilidad sostenible y gestión del transporte hace falta visión transversal, y de ahí la importancia de una cátedra como esta de movilidad sostenible e inteligente, "que quiere poner en común, conocimientos de ingeniería, economía, comportamiento del consumidor, para encontrar las soluciones más eficientes y también más justas para lograr una movilidad más sostenible".