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Smartick alerta de que el número de matriculados en ingenierías ya ha caído un 38% en 15 años y hay menos bachilleres tecnológicos. Bajan una vez más las calificaciones españolas en PISA: 11 puntos en matemáticas y 14 en lectura respecto a hace 10 años. El informe constata que en España faltan alumnos que destaquen, hay poca disciplina en las aulas y es de los países con menos autonomía en los centros para contratar a profesores

España no levanta el vuelo en una década ni en matemáticas ni en comprensión lectora, según el último informe PISA. No se libra de un diagnóstico demoledor: caída casi generalizada en los países occidentales. España sigue sin ser capaz de aprovechar el talento de los alumnos. Si la media de la OCDE tiene un 9% de alumnos en los niveles más exigentes, baja a un 6% en España. Eso significa que habrá cada vez menos estudiantes en bachillerato tecnológico, con matemáticas más exigentes y en grados en ingenierías, clave para el progreso económico. En 15 años, según Universidad Española en Cifras ha caído un 38% los alumnos en ingenierías. El Observatorio de Ingeniería de España apunta que la economía española necesitará incorporar 200.000 nuevos ingenieros en los próximos diez años. Para conseguirlo hacen falta adolescentes que dominen las matemáticas.

Fueron precisamente esas puntuaciones en PISA las que motivaron a los fundadores de la española Smartick a investigar y desarrollar una metodología de enseñanza online en matemáticas y más tarde en lectura, para niños de cuatro a 14 años: "Hay que empezar por poner los cimientos más sólidos en primaria y PISA dice que no se está consiguiendo en España ni en muchos países OCDE, a excepción de los asiáticos como Singapur. Si tenemos más niños con confianza en las matemáticas en primaria, habrá luego más alumnos en el bachillerato tecnológico. Ninguna de las reformas educativas lo está consiguiendo", explica Daniel González de Vega, cofundador de Smartick, plataforma por la que han pasado más de 500.000 alumnos de 180 países desde hace once años.

A las calificaciones de PISA, en las que España ha caído 11 puntos desde 2012 (de 484 a 473 en mates), se une otro problema: el déficit creciente de matemáticos en la docencia, con plazas desiertas para enseñar matemáticas en oposiciones, dadas las salidas laborales en el ámbito privado.

En el mal rendimiento de España influyen otros factores como la disciplina en las clases. "Un 38% de alumnos dice no escuchar en clase al profesor de matemáticas, los que quieran prestar atención no lo consiguen. Nuestras familias valoran que sus hijos hagan sesiones de matemáticas adaptadas al nivel del niño gracias a la inteligencia artificial en silencio y de manera autónoma en casa, durante 15 minutos al día, fomentando la constancia", añade el empresario.

"Fundamos Smartick hace diez años alertados por los resultados de España en PISA. Nos dijimos que pondríamos nuestro grano de arena. Varias reformas educativas más tarde, la situación no mejora. Inculcamos la importancia de las matemáticas, hemos crecido hasta ser un equipo de cien personas, añadido coding, lectura y pensamiento crítico", explica González de Vega. "Ojalá dentro de diez años podamos ver cómo se ha revertido la situación, pero hace falta mejorar la formación del profesorado en primaria, atender a las mejores prácticas de la didáctica de las matemáticas, evaluaciones externas, mejorar la disciplina en clase y dar más autonomía a los centros para que elijan a sus profesores y tengan equipos estables", concluye.