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Los programas de rehabilitación neurológica de una intensidad elevada y de inicio precoz consiguen mejores resultados, al alta, en funcionalidad global y grado de autonomía alcanzado

Expertos de IRENEA, Instituto de Rehabilitación Neurológica, resaltan la importancia del cuándo, cuánto y cómo en la neurorrehabilitación del daño cerebral para reducir sus secuelas, puesto que está demostrado que programas de rehabilitación neurológica de una intensidad elevada y de inicio precoz suponen mejores resultados al alta, en cuanto a funcionalidad global y grado de autonomía alcanzado se refiere, respecto a las personas que reciben programas menos intensivos o de inicio tardío.

Según la Dra. Carolina Colomer, directora Clínica de IRENEA, anteriormente NeuroRHB, "tras más de veinte años estudiando el daño cerebral y sus secuelas y gracias a disponer de herramientas precisas y personalizadas para rehabilitar el órgano más importante de nuestro cuerpo, hoy sabemos que el programa de tratamiento de neurorrehabilitación debe aportar una importante cantidad de estímulos y de información al cerebro, para maximizar sus posibilidades de recuperación, tras sufrir un ictus, y que el número de sesiones debe ser suficiente para promover los fenómenos de plasticidad cerebral que permitan recuperar o compensar, de la forma más óptima posible, sus capacidades afectadas".

Por la importancia de la intensidad en este tipo de tratamiento, los centros de IRENEA disponen de diferentes programas intensivos para adultos y niños, que han sufrido una lesión cerebral y se encuentran en fase subaguda o crónica, diseñados por expertos de reconocimiento internacional, que abordan un síntoma concreto con la intensidad suficiente para optimizar las posibilidades de mejoría, de dos a ocho semanas, en modalidad ambulatoria y de ingreso, dentro de Hospitales Vithas en Valencia, Aguas Vivas, Elche, Sevilla y Vigo.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), 435.000 españoles tienen en la actualidad daño cerebral en España y los accidentes cerebro vasculares o ictus y los traumatismos craneoencefálicos son las principales causas de este tipo de lesión.