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Los árboles de hoja perenne aportan un gran equilibrio, textura y profundidad verde a cualquier jardín. Dependiendo de su ubicación, incluso pueden aportar esa vegetación tan necesaria durante los meses más fríos del año, cuando los árboles y arbustos de hoja caduca han perdido sus hojas

Los árboles de hoja perenne pueden ser tan resistentes y fiables que incluso se podría pensar que no necesitan mucha intervención de poda, pero al igual que otros árboles necesitan mantenimiento.

La mayoría de los árboles de hoja perenne tienen una forma única que los mantiene atractivos. Esto puede hacerle pensar que se puede prescindir de la poda de estos árboles.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que son muchos los momentos en los que merece la pena los servicios de mantenimiento o poda de árboles. Por ejemplo, para podar ramas muertas, enfermas o rotas y ayudar a mejorar la salud del árbol. En ocasiones, una poda de forma adecuada también puede mejorar su estética.

Una vez que se haya convencido de la necesidad de podar los árboles de hoja perenne, la siguiente pregunta es: "¿Cuándo es el mejor momento para podar estos tipos de árboles?".

Esta es una gran pregunta porque se está reconociendo que los árboles de hoja perenne, a diferencia de los de hoja caduca, tienen necesidades específicas.

¿Cuándo es el mejor momento para podar los árboles? La poda de árboles se realiza por algunas razones muy específicas y es necesario recordar que nunca es buena idea podar los árboles sin un buen propósito en mente.

¿Por qué? Esto puede llevar a podar en exceso y causar algunos problemas adicionales como estimular la entrada a enfermedades o plagas o incluso impactar negativamente contra la salud general del árbol debido al estrés añadido.

Las principales razones para podar los árboles son:

Eliminar ramas muertas o dañadas Para mantener su salud Para mantener su tamaño Para dar forma o entrenar el crecimiento del árbol

Además de tener en cuesta todas estas cuestiones específicas, aplicar la técnica de poda de árboles adecuada en función de la especie específica de hoja perenne es vital para la intervención:

Los árboles de hoja perenne de hoja ancha tienen un follaje que no tiene forma de aguja. Las coníferas incluyen árboles de hoja perenne con agujas como el pino y el abeto, así como tipos de hoja plana como el ciprés y la thuja. Los árboles de hoja caduca, como los arces y algunos robles, pierden sus hojas en otoño y vuelven a crecer en primavera. Las coníferas de hoja caduca son árboles con hojas en forma de aguja y pierden sus agujas en otoño después de haber florecido. Por ejemplo: el ciprés calvo y la secuya alba.

Poda de coníferas La poda de árboles como las coníferas puede ser diferente a la de los árboles de hoja caduca. Cuando se cultivan las coníferas en el espacio adecuado para su crecimiento, pueden que necesiten muy poco mantenimiento.

En cambio, para los árboles de hoja perenne, su mejor momento para podar es el invierno o principios de primavera, cuando están inactivos y antes de empezar su crecimiento.

El siguiente mejor momento para podar los árboles de hoja perenne, en particular las coníferas, es cuando el crecimiento de la nueva temporada se ha completado, normalmente a finales de junio o julio.

En el caso de las coníferas siempre es mejor una poda mínima. Ya que no se recuperan rápidamente de los daños de la poda o de los cortes al azar.

Si se ha cultivado una conífera en un espacio muy pequeño para el crecimiento, puede que sea necesario podar más seguido.

Sin embargo, como regla general, no se aconseja eliminar más de un tercio del árbol en un momento dado, ya que esto provoca estrés al árbol y tardará más en recuperarse.

Hay algunas especificidades cuando se trata de ciertas variedades de coníferas:

Pinos: Se pueden podar cuando se forme el nuevo crecimiento en primavera. Piceas y abetos: Es importante podar su nuevo crecimiento a finales del invierno o principios de la primavera. Thuja: Es necesario podar a principios de la primavera o a mediados del verano ya que así pueden soportar una poda más fuerte en primavera. Enebros: Podarlos a principios de la temporada, entre abril y mayo, dependiendo de la zona de cultivo. Es importante evitar la poda a mediados o finales del verano, ya que añadirá nuevos brotes que no serán lo suficientemente resistentes para cuando llegue el invierno.

Poda de árboles de hoja caduca Algunas personas piensan que el otoño es un momento perfecto para podar los árboles de hoja caduca, pero no es así.

Los árboles están almacenando todos sus carbohidratos y preparándose para la temporada invernal. En caso de que sea necesario podarlos en otoño sea cual sea el motivo, lo mejor es recurrir a los servicios de un podador profesional, ya que éste puede tomar medidas para garantizar un menor riesgo para el árbol.

El mejor momento para podar los árboles de hoja caduca es el invierno o al principio de la primavera, es decir, de diciembre a principios de abril. Esto será antes de que empiecen a echar sus primeros brotes.

En cuanto a las coníferas de hoja caduca, es esencial podarlas cuando estén inactivas a finales de invierno o después de la caída de las agujas o escamas. El enfoque deberá centrarse en podar ligeramente su crecimiento más externo.

Poda de árboles frondosos de hoja perenne La poda de árboles de hoja ancha requieren un calendario diferente en comparación con los árboles coníferos y otras plantas de hoja perenne. Por lo general, conviene podar los árboles de hoja perenne a principios de la primavera o a mediados del verano.

Los bojes son una planta paisajística muy popular en los jardines y suelen tolerar bien la poda. La mayoría de los bojes tienen una bonita forma informal sin necesidad de mucha poda, excepto el recorte ocasional para limpiar las ramas muertas y darles forma. Esto se puede hacer casi en cualquier momento durante la temporada de crecimiento.

Los acebos también son habituales en los jardines domésticos. La mayoría de las veces, se podan los acebos en invierno, cuando están inactivos.

El recorte de estos árboles de hoja perenne ayuda a mantener su forma y apariencia ordenada, así como a fomentar el nuevo crecimiento.

Por último, hay que tener en cuenta que la poda de árboles requiere muchas habilidades específicas para obtener los mejores resultados y es necesario recurrir a expertos en el sector para tener un jardín espectacular todo el año.