El presidente del Clúster Marítimo Español, Alejandro Aznar, reclamó que “la Economía Azul debería ser una prioridad en la agenda de todas las administraciones españolas”, durante su intervención en la apertura de la sesión plenaria de la World Maritime Week, que tiene lugar del 5 al 7 de octubre en Bilbao. Con ello puso de manifiesto la necesidad de que el sector marítimo “requiere de un tratamiento específico y unificado por parte de las Administraciones Públicas, así como la adopción de una estrategia de crecimiento sostenible”.
Tras poner en valor la celebración de un evento como este, que agrupa a todos los sectores del mar, afirmó que es “una oportunidad de gran importancia para el sector, máxime en estos momentos de incertidumbre económica, donde estamos llamados a ejercer un papel preponderante en la recuperación económica del país”. En este sentido, también comentó el duro impacto de la pandemia, aunque aseguró que “estamos convencidos que sabremos superar no solo la crisis post-covid, sino los nuevos retos que tiene por delante la economía azul”.
En este punto el presidente del CME reivindicó el papel estratégico del sector marítimo en nuestro país. “La Economía Azul debería ser una prioridad en la agenda de todas las administraciones españolas”, afirmó Aznar, explicando los principales motivos para ello, entre los que destacó los aspectos económicos y la capacidad tractora para el resto de la economía nacional, “es sin duda uno de los más relevantes, con un importante efecto tractor y gran influencia directa en la producción. En España su VAB es superior a los 32.700 millones de euros, el 3% del total nacional, y emplea a unas 945.000 personas, casi el 5% del empleo del país. El 15% del total que genera en Europa y cerca del 19%, respectivamente. Atendiendo sólo a estas cifras, es muy fácil de entender que las actividades económicas que se nutren de los recursos marinos sean un motor económico para toda España”.
Una de las consecuencias destacadas de la consideración estratégica del sector es que “requiere de un tratamiento específico y unificado por parte de las Administraciones Públicas, así como la adopción de una estrategia de crecimiento sostenible”.
Alejandro Aznar aprovechó su intervención para repasar las normativas europeas y, especialmente, la iniciativa parlamentaria Fit for 55, para el cumplimiento climático de la UE para 2030 en el camino hacia la neutralidad climática. Una propuesta muy ambiciosa, que sin embargo “supone un reto extraordinario que puede poner en riesgo la competitividad del sector marítimo y de la industria europea en general”. El problema en este sentido es que no hay alternativas viables hoy por hoy a los combustibles fósiles y el cumplimiento de estas nuevas exigencias podrían poner en riesgo la propia capacidad de la Economía Azul.
Un PERTE para el sector
Aznar no quiso centrar toda la atención en los retos medioambientales y terminó poniendo el acento en las capacidades de las diferentes actividades de la Economía Azul, reivindicando una de las primeras iniciativas de la recientemente constituida Comisión de la Economía Azul de la CEOE. “Como primera iniciativa hemos propuesto la puesta en marcha de un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) específico para la Economía Azul de Pymes”. Un plan específico para aumentar su capacidad de arrastre para el crecimiento económico, el empleo y la competitividad de la economía española, favoreciendo además la colaboración transversal y la público-privada.