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La remotorización de los motores diésel por propulsados por autogás o biopropano, es una alternativa económica para conseguir un transporte urbano sostenible en el desarrollo de las ciudades inteligentes, según BeGas, fabricante de motores ecológicos para vehículos pesados urbanos

La pandemia ha marcado un antes y un después en la manera que evolucionan las ciudades. El objetivo es que la calidad de vida en las urbes no disminuya por factores como el tráfico, el ruido o la contaminación, de ahí que sea fundamental descarbonizar los vehículos más pesados, especialmente el transporte público o los camiones de recogida de residuos, pues son los responsables de buena parte de las emisiones contaminantes.

Una de las opciones existentes es la remotorización de los motores diésel que tengan entre 3 y 10 años de antigüedad por otros propulsados por autogás o biopropano, este último, 100% renovable. Gracias a un proyecto ‘made in Spain’ como BeGas, es posible conseguirlo y posicionar a las urbes nacionales sostenibles como referentes a nivel europeo.

Málaga, San Sebastián y Bilbao son buenos ejemplos que evidencian un claro crecimiento hacia modelos centrados en las smart cities. Un término amplio que además de introducir iniciativas ligadas a la digitalización, la conectividad y las TIC, también apuesta por fomentar valores como la sostenibilidad y el cuidado medioambiental.

Es precisamente lo que permite BeGas, una empresa española con sede en Bizkaia y pionera en el desarrollo de motores ecológicos, que promueven el aprovechamiento y reciclado de flotas a un coste menor, contribuyendo así a la transición ecológica, un aspecto clave para las smart cities.

Y es que, por el precio de compra de un autobús nuevo por parte de una entidad local, pueden ser remotorizados hasta cinco vehículos, evitando la generación de más de 80.000 kg de residuos. Los motores de BeGas no solo obtienen la etiqueta Eco-DGT tras la remotorización, sino que además cuentan con la última tecnología e innovación del sector. Esta apuesta por las soluciones más vanguardistas ha sido posible gracias a la colaboración de instituciones como el Centro de Motores Térmicos de la Universitat Politècnica de València y el CDTI, con la cofinanciación con cargos a los Fondos FEDER.

Innovación al servicio de la eficiencia y la reducción de emisiones Este tipo de motores ganan eficiencia, pero, también, se adecúan a la última normativa europea de emisiones y logran reducir los estándares de emisión hasta en un 90% en gases contaminantes como los NOx o las partículas en suspensión. También disminuyen un 50% los niveles de ruidos del vehículo respecto de los motores diésel. Así, el resultado son unas cifras muy favorables para mejorar la calidad del aire de las smart cities e impulsar la movilidad sostenible.

Además del ahorro y el impacto ambiental, las entidades locales que recurran a este servicio no tendrán que hacer grandes cambios en sus instalaciones para el abastecimiento del combustible, ya que, la misma compañía facilita la gestión del punto de suministro de ambos combustibles. Un añadido que garantiza un servicio eficaz desde el proceso de fabricación, hasta la puesta en marcha del vehículo.

Motores únicos fabricados en España La empresa, con sede en Bizkaia, ubica la célula de producción de los motores BeGas AVG en el Automotive Intelligence Center (AIC) de Boroa y los integra en vehículos pesados en las instalaciones localizadas en San Agustín de Guadalix (Madrid). Para cerrar el triángulo, el fabricante también cuenta con un acuerdo de colaboración con el Centro de Motores Térmicos de la Universitat Politècnica de València. Con quien ya están trabajando, junto a un consorcio de empresas, en un motor de tamaño reducido que cubrirá el mercado de la última milla.