El Colegio Oficial de Médicos de Madrid es como un puerto al que hay que llegar sin intenciones de cargos o prebendas, y formado para dirigirlo y no a aprender
En el debate para la Elección de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid, salvo la candidatura a cargo del Dr. Ruiz de Burgos, las otras tres representadas por el actual presidente, Dr. Sánchez Chillón, Dr. Martínez Selles y Dr. Sáez Martínez, mostraron un estilo continuista de la gestión, disuelta en discusión del menudeo y superficialidades de actuación, y no basadas en criterios sólidos para que el colegio deje de tener la baja significación actual que tiene para los colegiados.
Ruiz de Burgos demostró una independencia autentica, algo esencial, como dijo, para poder tomar las decisiones necesarias para el cambio y la regeneración del Colegio, por lo que aboga su programa junto a la unión de todos los médicos. Una unión que se manifiesta por ejemplo en su propuesta de abrir las puertas del Colegio a todos los médicos, colegiados, instituciones o asociaciones médicas, sin distinción, independiente de su actividad para que aprovechen adecuadamente los servicios e instalaciones que el Colegio ofrece. Así se refirió a disciplinas médicas o complementarias, como acupuntura, homeopatía, etc., que son impartidas en las universidades europeas y aquí son desestimadas sin criterio adecuado.
Insistió en una gestión profesional y transparente, porque cuenta con médicos que aparte están bien formados en la gestión. Dijo que el Colegio es como un puerto al que hay que llegar sin intenciones de cargos o prebendas, y formado para dirigirlo y a no a aprender.
Sobre la independencia dejo entrever como las demás candidaturas tienen compromisos ideológicos, cuando no políticos, sindicales o económicos de grupos externos. De hecho, ha sido insistente el grupo que patrocina y subvenciona con una importante cantidad de dinero la candidatura de Martínez Selles, para que Ruiz de Burgos abandonara la campaña o se uniera a ellos, ofreciéndole compensaciones, y a la que el candidato se ha negado siempre de plano en base a esa independencia y que nublaría esa gestión transparente como la que desea para el Colegio. Dijo que su motivo es, si se quiere de solidaridad con sus compañeros y la profesión, al ver la dejadez y falta de representación y defensa, puesta muy de manifiesto en la pandemia.
Hay que recordar que el Colegio cuenta con un presupuesto de más de 11 millones de euros, y resulta ser un objetivo goloso para empresas como las que gestionan los seguros médicos. Dijo sobre las transparencias de la gestión actual, a la que se refirieron defendiéndola, que esa sería por su invisibilidad, porque el colegiado sigue sin percibir nada importante en la gestión. De hecho, las cuentas son a veces aprobadas por tan solo un 10 % de los 700 compromisarios que pueden hacerlo. Falta el accountability de los anglosajones, la rendición de cuentas, si se quiere.
Otra cuestión troncal que dejo clara, y que alguna de las candidaturas trata ahora de emular es la de establecer una democracia directa y participativa de todos los colegiados por vía telemática, con lo que no se errara en la gestión.
Ruiz de Burgos señalo que el Colegio tiene ahora la oportunidad histórica de cambiar y dejar de ser la organización obsoleta en la que se esta quedando y representando apenas algo más allá de una cuota obligatoria para los colegiados. Por ello advirtió de las diversas organizaciones que están apareciendo para suplir las funciones que el Colegio no presta en defensa del médico.
Visto el panorama es posible que la única solución la tenga la candidatura Ruiz de Burgos, con un decálogo de compromisos programáticos que hacen referencia a cuestiones conceptuales troncales, para dirigir una institución que debe persistir para cumplir su función de defensa y protección del medico, aparte de ser un referente de opinión a la sociedad y a las instituciones.
Mas información: http://www.candidaturaruizdeburgos.com