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Algunas medidas como el cierre de las fronteras, un menor aforo o la distancia social obligan a crear nuevas formas de espectáculo

Los tablaos flamencos son uno de los escaparates más atractivos para poder mostrar este arte. Muchos empresarios del sector han visto como la crisis del coronavirus ha creado un problema en cuanto a la actividad durante la primavera. La llegada de la época estival traía consigo el inicio de la temporada dado que el buen tiempo y el aumento de viajes al sur hacían más que necesario pasar por un tablao flamenco en Sevilla para disfrutar de la esencia de la ciudad.

Pero el COVID-19 desembocó en cancelaciones de reservas y el cierre de las salas. Los profesionales del sector coinciden en que el turismo nacional no es suficiente para llenar, en la capacidad permitida, la sala. Algunos de ellos hablan de abrir solo fines de semana de julio, agosto y septiembre. También hay quien habla de volver a los orígenes, pasando de nuevo a ser una sala dedicada al “flamenquito”.

Son muchos los locales que se encuentra en la misma situación, uno de ellos el Tablao los Gallos. En su mayoría hablan de recuperar la actividad y los ingresos durante el próximo otoño. Añadiendo que las medidas a adoptar en cuanto al aforo son inviables siguiendo los principios de intimidad y cercanía que suelen transmitirse en este tipo de espectáculos. También cabe destacar que en muchos de estos lugares se busca mantener la esencia, por lo que no cuentan con megafonía y tener que distanciar a los espectadores entre sí podría hacer que los que se encuentren en zonas más lejanas no puedan disfrutar de la velada.

El flamenco es uno de los puntos fuertes en la oferta turística de la ciudad hispalense, destacando su importancia como factor diferenciador. Es por ello que los distintos empresarios del sector trabajan para crear un nuevo modelo de espectáculo que permita seguir manteniendo una tradición tan longeva en Sevilla.