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La ortopedia veterinaria se practica por medio de ejercicios corporales en el animal, cirugía o aparatos

La ortopedia veterinaria es una especialidad médico-veterinaria que tiene como finalidad corregir o evitar cualquier tipo de trauma o deformidad que pueda darse en el sistema musculoesquelético de los animales.

"Fracturas, displasia de codo o cadera, luxación rotuliana o rotura del ligamento cruzado anterior son las enfermedades ortopédicas más frecuentes en animales de compañía, sobre todo en perros".

Ortopedia en animales de compañía En los últimos años se ha visto incrementado el número de casos clínicos relacionados con ortopedia y traumatología veterinaria en Fuengirola o Benalmádena en las clínicas veterinarias. Los veterinarios de Benalmádena especializados en el área son conscientes de que este incremento se debe por la preocupación (cada vez mayor) de los dueños y a la aparición de nuevas razas de moda que están generando enfermedades hereditarias que necesitan ser tratadas.

Las displasia de cadera es una de las enfermedades hereditarias más comunes en animales de compañía. Una patología que se transmite genéticamente y por ello, es urgente identificarla en cachorros o animales aún jóvenes.

En la displasia de cadera, la cadera del perro en su crecimiento óseo no se conforma correctamente, por lo que al terminar el desarrollo se produce una subluxación continua en la cabeza del fémur, provocándose en un largo plazo artrosis o enfermedades articulares degenerativas. Problemas que comienzan a surgir en edades medianas de los perros.

"El labrador, el mastín, el pastor alemán, el San Bernardo o perros mestizos son las razas más comunes que sufren dicha patología. Por ello, los Veterinarios en Marbella insisten en la importancia de llevar un control y seguimiento veterinario desde cachorros en este tipo de razas".

Tratamientos comunes En muchos casos para evitar la cirugía se existen varios tratamientos, entre los que se destacan:

Adelgazamiento del animal, para obtener su peso óptimo y minimizar el esfuerzo de su cadera, reduciéndose así el dolor y detener la progresión de la patología.

Empleo de antiinflamatorios como los corticoesteroides y las AINEs para reducir el dolor.

Terapia nutricional del cartílago con la que se busca retardar o inhibir la degradación de los cartílagos. En estos casos las vitaminas antioxidantes (vitaminas E y C) ayudan a preservar la estructura de la matriz del cartílago y estabilizan las membranas celulares.

Terapia física y ejercicio controlado para beneficiar el desarrollo del perro. Ejercicios que deben iniciarse de forma moderada para ir aumentando progresivamente su intensidad y con ello reforzar la masa muscular del animal. Gracias a la terapia física son muchos los perros con displasia de cadera que han podido continuar con una vida activa y normal.