Sabemos que estos niños llegaron a las costas europeas porque estaban cansados de vivir rodeados de guerra y de violencia. Sabemos que se registraron en algún país europeo. Pero no sabemos nada más de ellos. UNICEF muestra us preocupación por la extrema vulnerabilidad a la que se enfrentan los niños y jóvenes no acompañados o separados de sus familias. Al viajar solos, estos niños son el blanco perfecto de las redes de trata de personas y otras organizaciones criminales.
Además, los niños no acompañados corren un serio riesgo de convertirse en víctimas de abusos sexuales y violencia, sobre todo cuando están retenidos en centros de detención. En muchos países los jóvenes son explotados para pagar a los contrabandistas el precio de su viaje. Se calcula que hay unos 90.000 niños y jóvenes no acompañados solo en Alemania y Suecia. Es necesario ampliar esfuerzos para identificar dónde están, cuáles son sus necesidades y cómo protegerlos. Los niños no acompañados deben ser una prioridad en cada punto del camino. Una vez en el destino, es necesario incrementar las medidas de precaución en los centros de acogida en los que esperan la resolución de su solicitud de asilo. Esto implica, entre otras cosas, que haya personal atendiendo estos centros las 24 horas del día.
La odisea de Munir
Munir es un joven afgano de 16 años al que un bombardeo sobre su casa le dejó el lado izquierdo de su cuerpo semiparalizado. La violencia de su país le empujó a tomar una importante decisión. A pesar de su discapacidad, Munir emprendió solo un largo viaje que le llevó a pasar por países como Irán, Turquía, Bulgaria y Serbia. Fue en este último donde lo identificaron como menor no acompañado y donde los trabajadores sociales, con el apoyo de UNICEF, le ayudaron a continuar su viaje de forma segura.
Desde entonces, Munir se ha mantenido en contacto con UNICEF y ha ido informando de su trayectoria. Munir ya ha llegado a Suecia, donde ha iniciado la solicitud formal de asilo. "Estoy en casa y hay mucha gente que me ayuda", cuenta desde allí.
La crisis de refugiados y migrantes pone de manifiesto la necesidad de proteger a todos los niños que estos días atraviesan nuestras fronteras en busca de un futuro lejos de los disparos y bombardeos. Esta protección debería ser todavía más intensa para los más vulnerables, como son los niños que viajan solos. La noticia de los 10.000 niños no acompañados desaparecidos en Europa confirma que estos niños se enfrentan a grandes peligros durante su viaje. Un viaje que tenemos la obligación de hacer lo más seguro posible incluso una vez en el destino final.
AYUDA REFUGIADOS con UNICEF
Tú puedes colaborar para que podamos conseguirlo. Ayúdanos a proteger a los niños refugiados y migrantes.
Post escrito por Lara Aparicio, storyteller de UNICEF Comité Español