- La entidad ha llevado a cabo cuatro grandes operaciones de venta de carteras crediticias por un importe global cercano a 2.800 millones
- Las operaciones han permitido al banco mejorar la calidad del balance, elevar su liquidez y liberar recursos para la concesión de nuevo crédito
- Adicionalmente, Bankia redujo de forma orgánica en los nueve primeros meses del año los saldos dudosos en otros 1.200 millones
Durante el ejercicio, la entidad ha llevado a cabo cuatro grandes operaciones de venta de carteras crediticias por un importe global cercano a 2.800 millones.
En mayo, BFA-Bankia firmó la venta de una cartera de créditos dudosos concedidos al sector promotor de 558 millones de euros, algunos de ellos respaldados por garantías inmobiliarias. La transacción comprendió un total de 180 operaciones.
Un mes después, Bankia vendió una cartera de créditos con garantía hotelera de 383 millones de euros, con un total de 91 operaciones vinculadas a 45 activos. En septiembre, el banco llevó a cabo la mayor de estas operaciones, al desprenderse de una cartera de crédito vinculada al sector inmobiliario por un importe de 1.206 millones de euros, de los que 986,8 millones de euros tenían garantía real.
En las últimas semanas, BFA-Bankia ha traspasado un paquete crediticio por importe de 645,1 millones de euros, todos ellos concedidos al segmento empresarial, en parte respaldados por garantías inmobiliarias.
Con el fin de maximizar el precio obtenido por las carteras, todas las ventas han seguido un proceso competitivo entre inversores institucionales y entidades financieras de primer orden. Con estas transacciones, el grupo avanza en su compromiso de desinvertir todos aquellos activos considerados no estratégicos.
El descenso de los saldos dudosos vía orgánica también ha proporcionado una significativa reducción de la mora. En los nueve primeros meses del año, Bankia redujo en 1.200 millones de euros los créditos dudosos, de forma que a cierre de septiembre el ratio de morosidad descendió hasta el 11,4%.