El pasado viernes 11 de diciembre, la Liga Española de la Educación celebró el III Encuentro de Voluntariado, una cita anual que ya lleva tres años acogiendo a los voluntarios y las voluntarias de la organización y cuya finalidad es ofrecer un espacio donde reflexionar sobre el papel que tiene el voluntariado en la sociedad y de valores como la solidaridad, la laicidad y la ciudadanía.
“Desde hace años celebramos estas jornadas. El objetivo es lograr una mayor concienciación entre los colaboradores/as”, declaró Victorino Mayoral, presidente de la Liga de la Educación durante la inauguración del acto. Añadió que la Liga es una organización fundamentada en el voluntariado que presta servicios sociales complementarios necesarios, sobre todo, en la situación actual que se está viviendo en España.
Este último encuentro fue especialmente importante debido al cambio de ley del voluntariado, aprobada el pasado 4 de octubre de 2015. Tanto es así, que fue el primer tema en abordarse. “Esta ley ha sido más participativa que la de 1996, ya que han contado con nosotros y nosotras (ONGs) para redactarla. Sin embargo, el cocinado ha sido muy complicado”, aseguró Emilio López, miembro de la directiva de la Plataforma del Voluntariado y responsable de voluntariado de Caritas.
López empezó su ponencia comparando la ley del voluntariado 45/2015 con una botella de agua. “Queríamos un agua pura con sabor, únicamente, a voluntariado. No obstante, se convirtió en un cóctel con sabor a empresas, universidades y administraciones… además de a voluntariado”, señaló. Lamentó algunos artículos como el de convalidar horas de voluntariado con créditos de libre elección en la universidad, que cambian por completo el fin desinteresado de esta actividad, o que las empresas entraran en la ley como si de organizaciones no gubernamentales se trataran. Otro problema que encontraron en el documento final de la ley del voluntariado fue el del artículo 8, que dice que no podrán ser voluntarias las personas que tengan antecedentes penales. “Esto genera interrogantes difíciles de responder, ya que el voluntariado es una de las vías más utilizadas para la reinserción social”, apuntó López con preocupación.
Durante la segunda mesa, Pilar Herrera, voluntaria de la Liga de la Educación, explicó el plan de actuación de la entidad en esta materia. Diferenció los diferentes voluntarios/as que conforman la organización, así como cuáles son sus derechos y deberes. Por su parte, Sonia Ortega, coordinadora del área de Voluntariado, explicó las vías formativas que la Liga de la Educación pone a disposición de todas las personas voluntarias, sean o no de la organización.
La última ponencia de la mañana la presentó Isabel Allende, voluntaria de la Liga y directora de EAPN España, que alertó una vez más de que la pobreza y la exclusión social afectan ya a un 29,2% de la población española. “El voluntariado tiene un papel clave. Ellos y ellas, esas personas que colaboran sin recibir nada a cambio, contribuyen a mejorar la vida de millones de personas en situación de pobreza y/o riesgo de exclusión social”, aseguró, al tiempo que añadía que, no obstante, la responsabilidad debería recaer en las administraciones públicas a través de políticas que no solo luchen contra la pobreza y la exclusión, sino que también las prevengan.
El III Encuentro de Voluntariado de la Liga de la Educación se cerró con una mesa redonda en la que voluntarios y voluntarias hicieron propuestas de mejora tanto para la participación de las personas voluntarias como para la formación de las mismas.