Mientras el común de la gente ve un mundo funcionando con problemas, aquellos con espíritu emprendedor encuentran oportunidades para darles respuesta. Fue justamente esta perspectiva la que le permitió a Alfredo Omaña encontrar su proyecto de negocio.
Con un amplio recorrido transitado en el mundo del Marketing y la Publicidad, Alfredo ya estaba entrenado en el ejercicio de descubrir aquello que faltaba en el entorno; por eso, la sociedad con Rodrigo Gómez (especialista en gestión y desarrollo de líneas renovables) resultó rápidamente en el nacimiento de Bluelife Battery.
Esta startup, nacida en Madrid en 2012, surge de emplear la observación emprendedora sobre el mundo de los vehículos híbridos. Fue así como Rodrigo reconoció el problema de la acumulación energética en las baterías usadas por estos automóviles. Bluelife Battery nació entonces de la idea de que las baterías gastadas podían tener una segunda vida y que la correcta gestión de la energía era fundamental para el desarrollo sostenible.
La firma se convirtió así en la primera empresa especializada en devolverle vida útil a las baterías de los coches ecológicos: “Usando recursos propios y tras una intensa labor de investigación y desarrollo en un campo completamente nuevo y virgen, se desarrolló una metodología propia para la regeneración y restauración de baterías de vehículos híbridos y eléctricos. En un contexto de grave crisis económica y de recesión, en un escenario de falta de financiación e inversión, ha conseguido establecerse y crecer”, explica la página web de la compañía.
La sostenibilidad se convirtió en el prisma a través del cual estos dos emprendedores desarrollaron su visión de negocio y lograron hacerse un sitio en el mercado, respondiendo a una necesidad concreta y a una filosofía empresarial propia: “Bluelife Battery se creó con el objetivo de que todos sus proyectos presentaran un alto valor añadido de sostenibilidad que no se encuentra en la competencia. Estamos fuertemente influidos en nuestros valores por las regla de las 3R (Reducir, Reciclar, Reutilizar)”, se señala más adelante en la página web de la empresa.
Recientemente, la startup española comenzó su proceso de expansión, ofreciendo franquicias sobre su actividad en distintos rincones del mundo. La exitosa experiencia de los socios fundadores de Bluelife Battery deja lecciones interesantes para quienes se interesan por el mundo del emprendimiento:
- Existen en nuestro entorno cotidiano cientos de ‘problemas’ o ‘necesidades’ a los que nosotros podríamos ofrecerles una solución.
- Nuestra respuesta puede no ser la única pero puede distinguirse de otras opciones por los valores añadidos que aporta (en el caso de Bluelife Battery, la sostenibilidad).
- Asociarse y buscar otras personas que compartan nuestras ideas o se interesen por nuestros proyectos puede ser el primer paso para dar vida a un nuevo negocio y comenzar su expansión.