El acuerdo climático de París ha logrado el consenso de los líderes mundiales en torno a un objetivo común, pero no supondrá un gran cambio para los más pobres y vulnerables, que se enfrentan a la cruda realidad del aumento del nivel del mar, las inundaciones y sequías.
Oxfam (Oxfam Intermón en España) ha comunicado hoy que el acuerdo aprobado en París constituye un hito en la lucha contra el cambio climático, pero no asegura lo necesario para evitar que el calentamiento global llegue a 3°C, ni ofrece la ayuda financiera para que las comunidades más vulnerables se puedan adaptar a unos patrones climáticos cada vez más erráticos y extremos.
Por primera vez, más de 190 países se han comprometido en la lucha contra el cambio climático. La cumbre de París ha generado gran expectación y ha contado con la implicación de gobiernos y del sector privado. Sin embargo, la ambición reflejada en los discursos de los jefes de estado al inicio de la cumbre no ha quedado reflejada en el acuerdo final.
“El acuerdo es claramente insuficiente para las personas más pobres y vulnerables del planeta. Aunque se ha hecho la vaga promesa de adoptar una nueva meta de financiación climática, el acuerdo no compromete a los países a reducir sus emisiones con la urgencia requerida para detener el impacto del cambio climático, lo que además conllevará un aumento de los costes para la adaptación de los países afectados a largo plazo”, ha afirmado José María Vera, director de Oxfam Intermón.
“Los principales gobiernos del mundo se han unido frente al cambio climático, pero aún queda mucho por hacer. Junto a los millones de personas que se han manifestado en ciudades de todo el mundo, queremos un compromiso claro y que este momento no sea el punto final en la lucha contra el calentamiento global, una lucha para asegurar la seguridad y el bienestar de las comunidades en riesgo”, concluye Vera.
Para Oxfam es vital que los gobiernos propongan nuevos aumentos de la financiación y que hagan propuestas más sólidas para recortar sus emisiones antes de que el acuerdo entre en vigor en 2020. El acuerdo reconoce que es necesario aumentar los fondos para ayudar a comunidades a adaptarse al cambio climático, pero no da detalles sobre cómo se espera cumplir ese objetivo. Únicamente se establece un compromiso de que después de 2020 se fijarán nuevos objetivos colectivos de financiación para 2025. No se incluye un porcentaje o cifra clara de cuánto apoyo se dedicará a la adaptación al cambio climático.
Los compromisos de financiación deberán aumentar, especialmente si no se dan los pasos necesarios para reducir las emisiones. No hay nada en el acuerdo que obligue a los gobiernos a reducir sus emisiones y, por tanto, el objetivo de prevenir el calentamiento global en más de 2°C se complica.
Con el nuevo acuerdo, Oxfam ha calculado que el gasto para que los países en desarrollo puedan adaptarse al cambio climático aumentará hasta 800 mil millones de dólares al año para el año 2050.
El acuerdo reconoce los daños y pérdidas causados por el cambio climático, de hecho se le ha dedicado a este punto un artículo específico en el acuerdo. Sin embargo, es preocupante que también se haya incluido una cláusula de exención de responsabilidades, un punto del cual se deberán estudiar las implicaciones legales.
Por otra parte, el intento de incluir en la parte central del acuerdo referencias a los derechos humanos y a los derechos de las mujeres, que son las más perjudicadas por el impacto del cambio climático, ha fracasado.
Según Oxfam, buena parte de los negociadores que han participado en la cumbre de París han antepuesto los intereses de sus gobiernos por delante de las personas durante las dos últimas semanas. De los países ricos, que son los más responsables del cambio climático, pocos han destacado durante las negociaciones. Todavía es posible que los países decidan aumentar su responsabilidad respecto a las emisiones, pero según el contenido del acuerdo sólo tienen cinco años para hacerlo.
Las economías emergentes como China, Brasil, Sudáfrica o India demostraron mayor liderazgo en los previos a la cumbre que durante las dos semanas en París. Los recortes de emisiones propuestos por estos países fueron uno de los puntos importantes que impulsaron a muchos otros países a sumarse a la iniciativa. Sin embargo, cuando empezaron las negociaciones, rápidamente se situaron en modo defensivo, igual que otros países como Filipinas, Colombia o Perú. Por su parte, la Unión Europea y los Estados Unidos no han sido capaces de ofrecer un paquete con financiación para la adaptación y cobertura de daños y pérdidas, que hubiera podido guiar las negociaciones hacia un acuerdo más sólido.
Más información
Web: http://oxf.am/Zewu
INFORME La desigualdad extrema en las emisiones de carbón
INFORME Factores clave para impulsar un acuerdo climático en París
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