La directora general de Innovación Agroalimentaria, Juana Mulero, y técnicos de la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente participaron hoy junto a empresas de la Región, representantes de la Administración, e investigadores y representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el encuentro de trabajo ‘Uso de insectos como método de revalorización de subproductos en la Industria Alimentaria’, organizado por la Universidad Católica San Antonio de Murcia.
En la jornada se valoró la utilización de insectos como fuente para la elaboración de piensos destinados a la alimentación animal, revalorizando al tiempo subproductos de la industria agroalimentaria de la Región de Murcia. Además, se trataron aspectos relacionados con la legislación de aplicación a la cría de insectos y con su uso en alimentación animal.
En la reunión se analizó la situación actual en relación al uso de insectos en la industria agroalimentaria así como las expectativas de futuro. Además, se discutieron diferentes posibilidades de puesta en marcha y desarrollo de proyectos de investigación con las empresas participantes.
La FAO estima que la población mundial habrá alcanzado los 9.000 millones personas en 2050 y para poder abastecer sus necesidades la producción de alimentos tendrá que aumentar en un 70 por ciento. “Teniendo en cuenta que la superficie cultivable de la tierra es limitada y la escasez de agua es una realidad, es necesaria la búsqueda de alternativas para la producción alimentaria”, aseguró la directora general.
Los insectos proporcionan un alimento de alto contenido nutricional y con un coste ambiental bajo además de desempeñar un papel fundamental en la naturaleza. En el caso de la alimentación animal, los piensos a base de insectos tienen un valor nutricional comparable a las harinas de pescado o las harinas derivadas de la soja. La creciente demanda de estos productos, junto con el aumento de la producción acuícola, hace que se pongan en marcha nuevas investigaciones sobre el desarrollo de piensos con una base proteica derivada de los insectos, tanto para la acuicultura y la ganadería, como para la alimentación de aves de corral.
Mulero indicó que “es necesario seguir investigando en esta línea para conocer con mayor profundidad el impacto ambiental del proceso productivo y establecer una comparación objetiva con los las practicas agrícolas y ganaderas tradicionales, que pueden ser más agresivas para el medio ambiente”.