Bruselas, 5 de noviembre de 2015.- La recuperación económica de la zona del euro y de la Unión Europea en su conjunto va ya por su tercer año. Debería proseguir a un ritmo modesto el próximo año a pesar del aumento de las dificultades que atraviesa la economía mundial.
En un contexto de descenso de los precios del petróleo, una política monetaria flexible y un valor externo relativamente bajo del euro, la recuperación económica este año ha sido resiliente y generalizada en los Estados miembros, si bien ha seguido siendo lenta.
La repercusión de los factores positivos se está disipando, a la vez que aparecen nuevas dificultades como, por ejemplo, la ralentización de las economías de los mercados emergentes y el comercio mundial, y la persistencia de las tensiones geopolíticas. Respaldado por otros factores, como unos mejores resultados del empleo que sirvan de apoyo a la renta real disponible, mayores facilidades para el crédito, avances en el desapalancamiento financiero y un aumento de la inversión, se espera que el ritmo de crecimiento resista las dificultades que se encontrará en 2016 y 2017. En algunos países, los efectos positivos de las reformas estructurales también contribuirán a apoyar en mayor medida el crecimiento.
En general, se prevé que el PIB real de la zona del euro crezca un 1,6 % en 2015, aumentando al 1,8 % en 2016 y al 1,9 % en 2017. Para la UE en su conjunto, se espera que el PIB real aumente del 1,9 % este año al 2,0 % en 2016 y al 2,1 % en 2017.
Valdis Dombrovskis, vicepresidente responsable del Euro y el Diálogo Social, ha declarado: "Las previsiones económicas de hoy ponen de manifiesto que la economía de la zona del euro continúa su moderada recuperación. El crecimiento se apoya en gran medida en factores temporales como el bajo precio del petróleo, la debilidad del tipo de cambio del euro y la política monetaria flexible del BCE. La zona del euro ha resistido a eventos externos, como la ralentización del comercio mundial, lo cual es alentador. Respaldar y consolidar la recuperación exige que se aprovechen estos estímulos temporales para conseguir unas finanzas públicas responsables, impulsar la inversión y llevar a cabo unas reformas estructurales que aumenten la competitividad. Esto es importante, en particular en el contexto de la desaceleración de la economía mundial, las continuas tensiones en nuestra vecindad y la necesidad de gestionar la crisis de los refugiados con decisión y de manera colectiva".
Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas, ha declarado: "La economía europea prosigue el curso de su recuperación. De cara a 2016, observamos que aumenta el crecimiento y disminuyen el desempleo y los déficits presupuestarios. Sin embargo, las mejoras se distribuyen todavía de manera desigual: en particular en la zona del euro, la convergencia no se está produciendo con la suficiente rapidez. Perviven grandes dificultades: inversión insuficiente, estructuras económicas que frenan el crecimiento y el empleo, y persistencia de unos niveles elevados de deuda privada y pública. Todo ello exige unas respuestas políticas audaces y determinadas en 2016, especialmente en el contexto de unas perspectivas mundiales inciertas".
La recuperación está muy extendida entre los Estados miembros
La demanda interna está aumentando este año en la mayoría de los Estados miembros de la zona del euro y la actividad económica debería crecer en la UE en 2016 y 2017. El consumo privado está aumentando como consecuencia de la subida de los ingresos nominales y de la baja inflación. También se espera que la inversión aumente en cierta medida gracias a la subida de la renta disponible de los hogares, la mejora de los márgenes de beneficio de las empresas, las favorables condiciones de financiación y unas mejores perspectivas de la demanda.
Las reformas efectuadas respaldan unos mejores resultados del mercado de trabajo
El mercado de trabajo sigue cobrando fuerza a un ritmo lento y desigual entre los Estados miembros. No obstante, los países más afectados por la aplicación de las reformas del mercado de trabajo deben experimentar mayores avances en el crecimiento del empleo. En la zona del euro, se prevé que el empleo aumente un 0,9 % este año y el próximo, hasta llegar al 1 % en 2017. En la UE, se espera que el empleo aumente un 1,0 % este año y un 0,9 % en 2016 y 2017. En conjunto, se prevé que el desempleo siga disminuyendo aunque sea gradualmente y con importantes disparidades entre los Estados miembros. En la zona del euro, se prevé que disminuya al 10,6 % el próximo año y al 10,3 % en 2017, desde el 11,0 % de este año, mientras que en la UE en su conjunto las previsiones muestran un descenso del 9,5 % de este año al 9,2 % en 2016 y al 8,9 % en 2017.
Las perspectivas fiscales siguen mejorando
En 2015, se espera que el coeficiente agregado déficit/PIB de la zona del euro disminuya al 2,0 %, gracias a los esfuerzos de consolidación presupuestaria realizados en el pasado, el fortalecimiento cíclico de la actividad económica y, en menor medida, la reducción de los gastos por intereses. De aquí a 2017, el coeficiente déficit/PIB de la zona del euro debería bajar al 1,5 %. Se espera que la política fiscal de la zona del euro se mantenga neutra en términos generales. Se prevé que el coeficiente deuda/PIB de la zona del euro disminuya de su nivel máximo del 94,5 % en 2014 al 91,3 % en 2017. Se estima que el coeficiente déficit/PIB de la UE en su conjunto disminuirá al 1,6 % en 2017 desde la previsión del 2,5 % de este año, mientras que se espera que el coeficiente deuda/PIB disminuya hasta el 85,8 % en 2017 desde el 87,8 % previsto para este año.
La bajada de los precios del petróleo hace que caiga temporalmente la inflación
Las caídas en picado de los precios del petróleo y de otros productos básicos han hecho que la inflación global en la zona del euro y en la UE tenga una tasa negativa en septiembre. Pero esto oculta el hecho de que el crecimiento salarial, el fortalecimiento del consumo privado y la reducción de la brecha de producción están empezando a añadir una presión creciente sobre los precios. Se espera que la inflación anual aumente del 0,1 % en la zona del euro y el 0 % en la UE
este año al 1,0 % y el 1,1 % respectivamente el año próximo, y hasta el 1,6 % en ambas zonas en 2017.
La desaceleración de la economía mundial dificulta la demanda de exportaciones de la UE
Las perspectivas de crecimiento de la economía y el comercio mundial han empeorado considerablemente desde la primavera, debido a la ralentización de las economías de los mercados emergentes, especialmente la china. Se espera que las economías de mercado emergentes toquen fondo este año y empiecen a recuperarse en 2016.
Hasta ahora, las exportaciones de la zona del euro se han librado en gran medida del deterioro del comercio mundial, gracias sobre todo a la depreciación que ha sufrido el euro. No obstante, se espera que el crecimiento de las exportaciones se ralentice en 2016 y que aumente ligeramente en 2017.
Aumento del superávit de la balanza por cuenta corriente
El superávit de la balanza por cuenta corriente de la zona del euro debería aumentar este año, por la disminución del déficit comercial relacionado con el petróleo y por el aumento de los intercambios comerciales, pero también por el mantenimiento de elevados superávits en algunos Estados miembros y la corrección de déficits pasados en otros. Se espera que el superávit de la balanza por cuenta corriente disminuya ligeramente en 2017 conforme repunten los precios del petróleo y se deterioren los intercambios comerciales.
La llegada de solicitantes de asilo podría tener un efecto económico ligeramente positivo
Estas previsiones ofrecen una primera evaluación de la incidencia económica de la llegada de un gran número de solicitantes de asilo a la UE. Mientras que, a corto plazo, el aumento del gasto público incrementa el PIB, a medio plazo se espera un efecto positivo adicional sobre el crecimiento por el aumento de la oferta de mano de obra, siempre y cuando se cuente con las políticas acertadas para facilitar el acceso al mercado de trabajo. Para la UE en su conjunto el impacto sobre el crecimiento es pequeño, pero puede no ser desdeñable en algunos Estados miembros.
Los riesgos para estas previsiones son sobre todo exteriores y fundamentalmente negativos
Los riesgos relacionados con las perspectivas económicas mundiales han aumentado. Un menor crecimiento de los mercados emergentes, en particular un ajuste más perturbador en China, y los efectos de la esperada normalización de la política monetaria de los Estados Unidos en los mercados emergentes, podrían tener un efecto más negativo de lo esperado sobre la inversión y la actividad económica en Europa.
Antecedentes
Estas previsiones tienen en cuenta todos los datos y factores pertinentes, incluidas las hipótesis sobre las políticas públicas, de que se dispone a 22 de octubre de 2015. Solo se incluyen las políticas anunciadas de forma creíble y especificadas con debido detalle, y las proyecciones no contemplan cambios en las políticas.
Estas previsiones también se basan en una serie de hipótesis externas sobre la evolución de los tipos de cambio, los tipos de interés y los precios de las materias primas. Las cifras utilizadas reflejan las expectativas de los mercados basadas en los mercados de derivados en el momento de hacer las previsiones.
La Comisión debe actualizar sus previsiones económicas en febrero de 2016.
Para más información:
Previsiones económicas europeas – Otoño de 2015 / Previsiones económicas de otoño – Página web / Siga a la DG ECFIN en Twitter: @ecfin / Siga al vicepresidente Dombrovskis en Twitter: @VDombrovskis / Siga al comisario Moscovici en Twitter: @Pierremoscovici
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