El escritor zaragozano Manuel Santos Varela — tres veces finalista en el Premio “UPC” de Ciencia Ficción y una en el “Astro” de Ficción Científica — cambia de registro y publica su novela más inquietante: un descenso al infierno de los campos de concentración
La Jaula de los Monos no es un libro de lectura fácil, ni cómoda, relajante o divertida. La contraportada lo advierte sin miramientos: "Si después de imaginar un campo de concentración llegaba la noche y podías dormir, no tengas duda: es que te lo estabas imaginando mal. Cuando hayas leído La Jaula de los Monos, no podrás pegar ojo; eso querrá decir que estás empezando a imaginarte los campos tal y como eran".
La Jaula de los Monos no es una novela apropiada para subirse a un tren con ella pensando que puede amenizar el viaje; más bien puede desasosegar, dejar sin habla; hacer que al lector le tiemblen las manos, que se eche a llorar, que se escandalice, que sienta vergüenza de pertenecer al género humano. Pero es que se trata de una novela muy poco amable: pretende hacer que el lector se sienta como un prisionesro, retenido entre alambradas, reducido a un número, mugriento, dolorido, muerto de hambre y al margen de todo derecho; sometido a trabajos forzosos, usado como animal de tiro o cedido a los centros de experimentación médica. Para lograr dicho fin, el autor se sirve del vocabulario utilizado, a la ordenación de los capítulos, la estructuración de las frases...El resultado es un libro abominable, con capítulos que bien podrían incluirse en el género de terror.
"He pretendido dar testimonio en nombre de quienes ya no pueden daralo porque están enterrados nadie sabe dónde o porque ya no són más que ceniza y humo. Quiería dar testimonio del dolor que sufrieron, una novela complaciente, dulce y bien maquillada no sirve para eso; tenía que ser una novela chirriante, ingrata u cpm astillas de los huesos rotos rezumando por entre las páginas", cuenta el autor. Añade que no todos los datos usados en el relato son procedentes de la Alemania nazi, sino que pertenecen a fuentes, épocas y regiones muy diversas; "por desgracia, el concepto 'campo de concentración' es más una constante que una rareza a lo largo de la historia", explica.
Respecto al cambio de registro -de la novela de ciencia ficción a la histórica- el autor asegura tener la sensaciçon de no haber cambiado nada: "tanto en una novela sobre la Alemania de 1941, como en una ambientada en un planeta imaginario, en el fondo siempre se escribe de lo mismo: sobre la condición humana, sobre las dificultades y la capacidad de superación. La única diferencia es que las dificultades a las que se enfrentan los personajes de La Jaula de los Monos no son normales; son excepcionales. En ese sentido, la angustia que causa también puede ser excepcional: así que siempre hago la advertencia de que no es un libro para niños ni para personas impresionables", advierte.
La novela es un relato que enseña hasta dónde puede llegar el ser humano si se deja llebar el odio, cuáles son los síntomas precursores de la catátrofe y cómo detectarlos para no volver a caer en el salvajismo extremo. Por todo ello puede resultar una lectura necesaria.
Para más información:
Página de Amazon: http://www.amazon.es/dp/1499503660/ Página en el blog del autor: http://elescritorensulaberinto.blogspot.com.es/2014/09/la-jaula-de-los-monos.html Librería “Siglo XXI”. Zaragoza.LA JAULA DE LOS MONOS. ISBN: 978-1499503661. DEPÓSITO LEGAL: Z 903-2014.
Disponible en papel y en digital.