Un total de 104 menores de primero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) han participado con éxito en el proyecto piloto de intervención socio-educativa ‘Ícaro’, que lleva a cabo la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.
Esta iniciativa surge de la necesidad que existe a nivel social de atajar una problemática incipiente que lleva a algunos menores (de entre 11 y 13 años de edad) a cometer actos tipificados como delito o falta, de los que no se les puede hacer responsables, por no tener edad penal. En algunos casos son situaciones puntuales que no tienen por qué volver a repetirse, pero en otras ocasiones son el emergente, el primer paso, que puede llevar a los jóvenes a una dinámica arriesgada de disfuncionalidad, y de exclusión social en el peor de los casos, tanto para ellos como para quienes le rodean.
La promulgación de la Ley del Menor dejó muy claro que la solución a la delincuencia de los menores de 14 años había que buscarla en los ámbitos educativos y familiar. El sistema penal entiende que es en la familia y en el proceso educativo dónde están las claves para tratar este desafío.
‘Ícaro’ se ha planteado como un trabajo preventivo de intervención a nivel socioeducativo con el adolescente de manera directa, pero sin dejar a un lado el contexto educativo y familiar en el que se desenvuelve, como forma de prevención de futuras conductas delictivas.
El proyecto ha sido una experiencia piloto, en cuanto a metodología utilizada, que ha permitido establecer un procedimiento de actuación para el desarrollo de futuras acciones de atención a los menores con el perfil objeto de intervención, dado que la valoración de todo el proceso ha sido muy positiva.
Se ha realizado en colaboración con distintas instituciones como la Dirección General de Familia y Políticas Sociales, La Caixa, el Ayuntamiento de Alcantarilla y los IES Francisco Salzillo de Alcantarilla y Eduardo Linares de Molina de Segura.