¿Puede imaginarse lo que debe haber sido estar en Katmandú el 25 de abril, cuando la tierra comenzó a temblar? Imagine el terror y el miedo para su familia, sus amigos y para usted mismo. Imagínese el instinto abrumador para huir, para agarrar a sus seres queridos y escapar.
¿Puede usted imaginarse, entonces, en medio del polvo y en medio de los gritos de los sobrevivientes, el valor que ha movido a algunos para decidir correr hacia el edificio derrumbado, hacia el miedo y el riesgo de muerte?
En cuestión de minutos, los voluntarios de la Cruz Roja de Nepal estaban respondiendo. Ellos ayudaron a los equipos de búsqueda y rescate, desenterraron personas de las ruinas, y proporcionaron primeros auxilios a las personas heridas por el terremoto. En cuestión de horas, estaban distribuyendo suministros de socorro, incluyendo lonas y cuerdas para que las personas puedan tener cobijo y protección contra los elementos.
En Nepal, y en todas las situaciones de desastre o conflicto en todo el mundo, los voluntarios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja comparten este instinto. Cuando las personas están en necesidad, nuestros voluntarios se encuentran entre aquellos que deciden correr hacia el peligro. Algunos de ellos pueden no ser capaces de expresar qué les mueve a ello, más allá de quizás una profunda sensación de que quieren ayudar, que quieren hacer una diferencia.
En verdad, estos voluntarios, al igual que sus hermanos y hermanas en Siria, Yemen, África occidental, a través del Mediterráneo y de todo el mundo, son guiados por nuestros Principios Fundamentales. La acción humanitaria neutral e imparcial, prestada por los voluntarios, ha estado en el centro de la obra de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desde nuestros inicios. Adoptados formalmente hace 50 años, nuestros Principios Fundamentales -Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Voluntariado, Unidad y Universalidad- son la base de todas nuestras decisiones y acciones.
Las necesidades humanitarias y los lugares en los que servimos son cada vez más complejos. Lamentablemente, estamos viendo un desprecio, infiltrándose en algunos lugares, hacia los Principios. En el panorama humanitario de hoy, no podemos permitir que nuestros Principios Fundamentales sean mal interpretados o politizados. Se mantienen constantes, guiando nuestras acciones y asegurando que siempre trabajamos al servicio a las comunidades – sin distinción de raza, credo o color.
Hoy, en el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (8 de mayo), estamos lanzando una conversación global para celebrar el 50 aniversario de la adopción de nuestros Principios, y para reafirmar su pertinencia.
La campaña – “Nuestros principios en acción” – se centrará en el papel que nuestros principios siguen jugando todos los días en cuanto a la entrega de nuestra misión humanitaria. Se demostrará cómo su aplicación permite a las personas conservar su dignidad y encontrar esperanza frente a los conflictos, desastres o crisis.
Los Principios Fundamentales salvaguardan la continuidad del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y aseguran que actuamos de manera coherente y cohesionada. Ellos son la base de nuestro compromiso de servir a las personas y comunidades vulnerables de todo el mundo, ahora y en el futuro.
Reafirmar los Principios Fundamentales de la Cruz Roja en el complejo entorno humanitario de hoy puede salvar vidas. Ya sea ayudando a las comunidades frente al Ébola, apoyando a las personas que huyen de la violencia en un campo de refugiados, proporcionando oportunidades para la educación en los barrios pobres, llevando ayuda a las zonas en conflicto, o respondiendo a un desastre devastador como el terremoto de Nepal, tenemos que cimentar la confianza y asegurar que nuestros Principios son universalmente entendidos y respetados en todo momento.
Elhadj As Sy
Secretario General
Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
Para ampliar información, visite: http://www.fundamentalprinciples.today/es/
