La Academia Europea de Pediatría defiende en The Lancet el papel de los pediatras en Atención Primaria
La European Academy of Pediatrics ha publicado una carta en la revista médica The Lancet en la que defiende la atención de los niños en Europa por pediatras en todos los niveles asistenciales, incluyendo la Atención Primaria.Se incluye a continuación una traducción del artículo original, disponible en la web de The Lancet (Volume 385, N.º 9977).
Mejorando la atencion a los niños en la comunidad
Los resultados obtenidos del tratamiento de las enfermedades de los niños son muy variables comparando los distintos países europeos, y esa diferencia debería preocuparnos. Probablemente la distinta organización de los servicios de atención primaria pediátrica y los programas de formación de los médicos de AP sean factores importantes que influyan en estas diferencias.
La Academia Europea de Pediatría defiende que los niños tienen un derecho incuestionable a la salud, a la seguridad y al bienestar. Los niños tienen derecho a acceder a los mejores servicios sanitarios posibles, tanto en atención primaria como en atención especializada. Cualquier restricción de acceso a los cuidados médicos adecuados contradice el artículo 24 de la Convención de las Naciones Unidas de los Derechos del Niño.
La Pediatría de Atención Primaria es una disciplina académica y científica que abarca todos los problemas que afectan a la salud y el bienestar de los niños y adolescentes desde su nacimiento hasta la edad adulta (habitualmente definida como los 18 años de edad) en su contexto familiar, comunitario y cultural. El médico de AP, idealmente un pediatra, es el primer contacto del niño con el sistema sanitario, y por tanto responsable de la provisión de cuidados integral y continuada a lo largo de la infancia y la adolescencia.
La atención pediátrica tanto primaria como especializada requiere conocimientos y habilidades específicas, empatía, ética, y accesibilidad a los servicios, incluidas prevención y promoción de la salud. La formación pediátrica debería incorporar obligatoriamente estos aspectos, especialmente la de los pediatras y médicos de familia que prestan servicios en la comunidad.
La Academia Europea de Pediatría defiende firmemente la implantación de un programa formativo estructurado y evaluable para todos los médicos proveedores de cuidados a los niños en Atención Primaria, y recomienda, que cuando sea posible, que sean los pediatras los profesionales médicos que atiendan a los niños en AP.
En los lugares donde los médicos de familia son los proveedores, recomendamos una colaboración estrecha con los pediatras y una formación continuada adecuada tanto en pediatría como en atención primaria. Todos los niños deben disponer de un acceso rápido al asesoramiento de un pediatra, que debería estar disponible en la comunidad y servir de enlace con la atención hospitalaria especializada.