Durante los diez primeros meses del 2014, el SEPE contabilizó cerca de 69.700 contratos a personas con discapacidad, la misma cifra que se registró en todo el 2013. Así pues, y a pesar de que faltan por contabilizar los dos últimos meses del año, las contrataciones a este colectivo registraron el año pasado su máximo histórico, una cifra muy positiva y que merece nuestra especial atención.
Es, además, un dato que destaca el Informe del perfil del trabajador con discapacidad 2014, desarrollado por Fundación Adecco y la consultora Capgemini. “Este trabajo nos ha permitido cuantificar en cifras lo que ya venimos percibiendo de manera muy clara desde hace tiempo: el gran compromiso de las personas con discapacidad con el proyecto empresarial. Por encima de todo buscan un trabajo que les proporcione estabilidad y autonomía y su productividad se eleva a cotas muy altas”, destaca Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
Esta evolución favorable choca con el descenso del número de contratos a nivel general, que han sufrido un descenso en los últimos años. Pero, ¿por qué? los contratos a personas con discapacidad crecen en un contexto de crisis, en el que el resto de las contrataciones descienden. La Fundación Adecco y Capgemini destacan cuatro motivos principales: un paulatino cambio de mentalidad en la cultura corporativa de las empresas, un cambio de mentalidad en las propias personas con discapacidad, una legislación más eficiente y el refuerzo de algunas medidas llevadas a cabo para fomentar la contratación de este colectivo.
No obstante, todavía queda mucho camino por recorrer. Y es que, a pesar de los datos de contrataciones, la participación de las personas con discapacidad en el empleo está aún lejos de alcanzar las cotas deseadas de normalización: un 63% de las personas con discapacidad en edad laboral no tiene trabajo ni lo busca.