Solvia presenta el premio “Bienvenido a casa” en el Colegio de Arquitectos de Catalunya

Con la finalidad de dar a conocer las nuevas tendencias de diseño que, muy posiblemente, caracterizarán a las viviendas del siglo XXI, la directora de Innovación de Solvia, Anna Guanter, presentó las conclusiones más relevantes del estudio “Tendencias de futuro sobre la vivienda”, así como los motivos que han llevado a Banco Sabadell a realizarlo: “Queríamos conocer qué estaba pasando en la vivienda con la incorporación de las nuevas tecnologías y los cambios sociales que se producen para así saber cómo será el futuro de esta”, explicó Guanter a los asistentes al acto.


Con este objetivo, un equipo de especialistas altamente cualificados entrevistaron a diversos perfiles de posibles compradores -personas que viven solas, matrimonios jóvenes acabados de formar y hogares reconstituidos- en Cataluña, Madrid y el arco mediterráneo y analizaron las macro-tendencias generales más importantes. “El estudio ha puesto de manifiesto hechos tan relevantes como que la vivienda actual no se adapta a las necesidades de la sociedad o que, pese a los cambios experimentados durante los últimos años en el sector inmobiliario, para la sociedad española la compra sigue siendo, frente al alquiler, la opción prioritaria. En cierta forma, podría decirse que ‘la compra está en nuestro ADN’.”

El estudio de Solvia pone también de manifiesto que la vivienda del futuro debería adaptarse a los cambios demográficos y sociológicos, que dan lugar a estructuras familiares cada vez más complejas. La vivienda deberá estar también preparada tanto para los nativos digitales como para los senior, ya que cada vez se tiende a una población más envejecida. “El sector inmobiliario debe segmentarse y especializarse para atender todas estas necesidades.” Además, la vivienda del futuro deberá permitir el individualismo dentro del espacio compartido. El estudio de tendencias indica que cada vez más gente decidirá compartir la vivienda para obtener algún tipo de renta u otro tipo de beneficios, como disfrutar de compañía. Las nuevas viviendas también deberán adaptarse a tendencias sociales en alza, como el consumo colaborativo: “Un fenómeno que está propiciando un cambio de mentalidad en los consumidores. España es el tercer país del mundo con más espacios de trabajo colaborativos (también conocidos como coworking). Esto requiere, entre otras cosas, un mercado inmobiliario mucho más claro y transparente.” 
El documento también refleja que el consumidor quiere viviendas que se adapten a él de manera rápida y sin altos costes, por lo que “deberá reducirse el tiempo de construcción y los costos y mejorar la calidad”, afirmó Guanter. Por otra parte, se detecta también un nuevo tipo de comprador, que deriva en gran parte de la aparición de un nuevo tipo de ciudadano que cada vez tiene “más poder y capacidad de influencia”, gracias a las nuevas tecnologías, que quiere que la vivienda refleje su identidad. “Hay una apuesta muy clara hacia la personalización al 100% y a la tendencia de hacértelo tú mismo.” 
Las emociones juegan también un papel cada vez más relevante para el consumidor, por lo que “el proceso de compra de una vivienda tendrá que ser más emocional y sensorial”. De hecho, Solvia ya ha realizado una prueba piloto para vender casas mediante la realidad virtual, que consiste en dotar al usuario de gafas y un dispositivo especial para que pueda ver la vivienda con todos los detalles. Las nuevas viviendas “deben tener elementos que aporten experiencias emocionales”. 
Por último, el estudio pone de manifiesto que las nuevas generaciones están conectadas 24 horas los siete días de la semana, por lo que la vida smart juega un papel muy importante. “Debemos contar con una vivienda inteligente, que ofrezca seguridad y bienestar para las personas y que permita al usuario estar conectado con la casa y el barrio.” 

Premio de arquitectura "Bienvenido a casa" Después de repasar brevemente el estudio de tendencias, Núria Sió, miembro de la Dirección de Innovación de Solvia, explicó a los arquitectos presentes las bases del concurso Bienvenido a casa, un premio que nace con el objetivo de “reflexionar sobre un nuevo modelo de vivienda colectivo que dé respuesta a las necesidades de la sociedad del siglo XXI”.

En ese sentido, y tal y como las bases del premio estipulan, los proyectos presentados deben tener en cuenta la flexibilidad y la adaptabilidad a los cambios de los usuarios a lo largo de su vida. “Se estima que un usuario compra una vivienda en toda su vida, por lo que esta debe adaptarse a los cambios que experimente”, dijo Sió. Los proyectos presentados, además, deben tener en cuenta una alta calidad espacial, deben sean viables económicamente “tanto en la creación como en el mantenimiento” y deben cumplir con la eficiencia energética a través del diseño. Deben tener, por otra parte, una superficie útil de entre 40 y 120 metros cuadrados, construidos sobre una parcela ubicada en un teórico entorno urbano. 

Los candidatos tienen hasta el próximo 10 de setiembre para inscribirse al Premio Bienvenido a casa. El día 1 de octubre, los participantes deberán presentar su proyecto. Una vez evaluados por el jurado, se escogerá a los siete finalistas, que deberán hacer una segunda entrega de material con paneles y maquetas del proyecto presentado. A finales de noviembre está previsto que el jurado dé a conocer al ganador de Bienvenido a casa, que recibirá los 20.000 euros del premio. “Se compensará con 1.000 euros a cada finalista para la construcción de la maqueta y se expondrán sus proyectos en el estand que Solvia tendrá en la exposición “Pisos Piloto”, que organiza el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB)”, ha comentado Sió. “Nuestra máxima ilusión sería poder aplicar el proyecto ganador a una de nuestras parcelas, por eso pedimos que sean proyectos realistas y económicamente viables”, afirmó Guanter.