El umbral epidémico (más de 50 casos por cada 100.000 habitantes) se superó durante 9 semanas, entre la última semana de diciembre de 2013 y el 16 de febrero de 2014. El pico de la epidemia tuvo lugar entre el 13 y el 19 de enero, cuando se registraron 507 casos por cada 100.000 habitantes, duplicando el pico alcanzado en la temporada 2012-2013, en que la máxima incidencia se produjo a mediados de febrero de 2013, con 247 casos por 100.000 habitantes.
Del total de casos registrados, 338 pacientes requirieron ingreso hospitalario, cifra que quintuplica el número de hospitalizados en 2012-13 (68), de los que 32 fueron hospitalizados en unidades de cuidados intensivos. 17 casos que se habían confirmado para gripe fallecieron durante el ingreso y otros dos casos confirmados fallecieron antes de ingresar.
Los menores de 5 años, los más afectados
Por edades, la mayor tasa de incidencia se registró entre los niños menores de 5 años, con un descenso progresivo conforme aumenta la edad. En comparación con temporadas previas, las tasas han sido menores en el grupo de 5-14 años, y mayores en todos los grupos de adolescentes y adultos.
La mayoría de los casos de gripe objeto de consulta en Atención Primaria (alrededor del 65%) correspondían a pacientes menores de 45 años, mientras que más de la mitad (55%) de los casos que requirieron ingreso hospitalario y el 88% de los que fallecieron tenían 65 años o más.
En la temporada 2013-2014, han circulado los virus A (H3N1) y A (H1N1) pdm. A pesar de que la efectividad de la vacuna ha sido menor que en otras temporadas (34%), la vacunación de las personas con factores de riesgo ha tenido un impacto notable en la prevención de casos y de ingresos. En el caso de los mayores, y a pesar de que la gripe se asocia a un aumento de la mortalidad en ese tramo de edad, la vacuna evitó un número apreciable de los fallecimientos: se calcula que por cada 400 personas mayores de 65 años vacunadas se evitó de promedio una defunción.