El pasado 28 de abril, la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE) presentó un informe sobre el impacto social que tienen las Escuelas Deportivas de Danone: un programa educativo de integración social, para niños y niñas de entre 6 y 12 años en riesgo de exclusión, que desde su inicio en 2004 busca promover valores sociales y hábitos de vida saludables desde la infancia, mediante la práctica del deporte.
Según el estudio realizado por el Observatorio de Estudios del Comportamiento (OEC) de ESADE a los más de 7.000 escolares que acuden al programa social de Danone, la práctica de deporte y los buenos hábitos ayudan a mejorar el rendimiento académico de los niños.
De este modo, alrededor de un 34,6% de los alumnos que practican deporte en las Escuelas Deportivas Danone no solo sacan mejores notas y tienen una mejor actitud frente a su educación, también han variado positivamente sus hábitos, reduciendo el consumo de televisión o adelantando la hora de acostarse.
Otro aspecto en el que las Escuelas Deportivas Danone ahondan es la formación nutricional de los alumnos, fundamental para la práctica del deporte. Según se muestra, gracias a ello el consumo de fruta y verdura ha crecido del 15,4% al 26,4%, aunque sigue siendo muy bajo.
Los comportamientos higiénicos también han mejorado debido a la educación y práctica de deporte. Se observa que el número de alumnos que se cepilla los dientes con asiduidad aumenta, así como el hábito de ducha y aseo personal.
Por último, se puede ver que la práctica deportiva, en el caso del fútbol y el básquet, este segundo incorporado recientemente en las escuelas de Danone, fomenta el compañerismo, la cooperación en el juego y el respeto a los rivales, entre otros. Lo que se traduce en un aumento significativo por el respeto y la obediencia hacia compañeros, profesores y padres. Igual que un mejor comportamiento en casa y en la escuela.