El ataque contra la escuela tuvo lugar horas después de que más de 70 personas murieran en un atentado con bomba contra una estación de autobuses en el barrio Nyanyan, cerca de la capital, Abuja.
Este secuestro se suma a la tragedia del pasado mes de febrero, cuando un grupo de hombres armados no identificados mataron a 53 niños de entre 13 y 17 años en el Colegio del Gobierno Federal de Buni Yadi, en el estado de Yobe.
UNICEF muestra su profunda preocupación por los constantes ataques a escuelas en Nigeria, ya que estos hechos violan el derecho de los niños a tener acceso a educación en un entorno seguro y compromete su futuro.
UNICEF expresa su más profunda solidaridad a todas las comunidades afectadas por estos horribles actos, y se une al dolor de las familias de los niños secuestrados en estos tiempos difíciles. La agencia pide que se haga lo posible para proteger a todos los niños de Nigeria.
El gobierno de Nigeria debe adoptar con urgencia las medidas necesarias para garantizar la liberación de los niños y que sean devueltos sanos y salvos a sus familias, para que puedan continuar su educación en un ambiente seguro.