Más de 40.000 niños necesitan apoyo urgente. Están en zonas de acceso restringido. "Es imprescindible distribuir suministros esenciales. Bienes y artículos para tener agua potable y segura, higiene, nutrición adecuada y cuidados médicos para los más vulnerables, y evitar así una tragedia mayor”, ha dicho Marzio Babille, representante de UNICEF en Irak.
La violencia que se vive en la provincia de Anbar ha desplazado a más de 62.000 familias desde principios de año. Miles de familias más están afectadas. En Fallujah, Ramadi y alrededorers la seguridad, las infraestructuras y los servicios básicos se deterioran continuamente.
Por eso los niños vulnerables y sus familias afrontan ahora problemas graves: reservas bajas de alimentos, un acceso pobre a agua segura o niveles de saneamiento peligroso. Además se enfrentan a la suspensión de las clases y a un acceso limitado a servicios de salud.
UNICEF tiene como prioridad en esta área el apoyo a las autoridades para distribuir ayuda a los niños y mujeres afectados por la violencia de Anbar. Es necesario, explica Babille, "un corredor humanitario estable y seguro".
Crisis de Siria: una respuesta para los desplazadosHasta el momento UNICEF y sus aliados han distribuido cerca de 500 toneladas de ayuda a 90.000 mujeres y niños afectados. Entre estos artículos esenciales hay jabón, tabletas para purificar agua, mantas y kits de higiene para bebés.
Otras 300 toneladas de artículos se distribuirán esta semana.
Las personas desplazadas se encuentran en escuelas, mezquitas e institutos. Para mejorar su situación UNICEF ha transportado 96.000 litros de agua potable por día. También se han instalado letrinas y tanques para almacenar agua, y se han distribuido productos y tratamientos para poder purificarla.
Desde el inicio del conflicto de Siria, más de 2,6 millones de personas han huido a los países vecinos. En Irak hay 217.000 personas refugiadas que, como los afectados de Anbar, necesitan una respuesta urgente.