"Cada vez hay más niños que son objetivo de los ataques por su religión o por su comunidad", ha dicho el director regional de UNICEF para África Occidental y Central, Manuel Fontaine. "La violencia sectaria en República Centroafricana se ha intensificado, tanto en la capital, Bangui, como en el oeste y centro del país".
En dos meses de conflicto étnico-religioso, al menos 133 niños han muerto o han sido mutilados, algunos de ellos de una forma terrible. UNICEF ha confirmado que se han producido casos de decapitación y mutilación de niños de manera intencionada, y es consciente de que hay niños que han sido heridos en el fuego cruzado, a los que se les ha tenido que amputar extremidades debido a que la inseguridad les impedía llegar a tiempo al hospital para recibir tratamiento.
Sólo en la ciudad de Boali, al noroeste de la capital, 1 de cada 4 víctimas han sido niños, contabilizándose 22 muertos y 42 heridos desde principios de diciembre. LAS POBLACIONES MUSULMANAS, PRINCIPAL OBJETIVO de la VIOLENCIA Si bien la violencia se produce desde todos los grupos, recientemente las poblaciones musulmanas están siendo el principal objetivo de los ataques, provocando la evacuación de comunidades enteras y un aumento significativo del número de niños no acompañados, separados de sus familias. Estos niños están particularmente en riesgo.
"No hay futuro para un país en el que los adultos puedan atacar con violencia a los niños inocentes con total impunidad", agregó Fontaine. " Todos los niños en República Centroafricana deben ser protegidos". UNICEF propone una serie de acciones en aras de la reconciliación en el país:
- Los grupos armados y las milicias deben ser desarmados inmediatamente.
- La asistencia humanitaria imparcial debe ser capaz de llegar a los niños en mayor riesgo.
- La seguridad debe ser restablecida por las fuerzas nacionales, las fuerzas de la Unión Africana y las tropas francesas para que las familias puedan regresar a sus hogares.
- El gobierno de transición, la sociedad civil, religiosa y organizaciones de jóvenes deben trabajar juntos para inclinar la balanza del miedo hacia la reconciliación.
Asimismo, las graves violaciones contra los niños deben ser investigadas, juzgadas y penadas por la ley. "Los ataques contra los niños deben ser denunciados sistemáticamente por la sociedad civil, el gobierno de transición, las organizaciones internacionales y los medios de comunicación", concluyó Fontaine. "La impunidad debe terminar." REPÚBLICA CENTROAFRICANA: responder a la gravedad de esta crisis Con más de 150 miembros del personal en el terreno, UNICEF ha incrementado considerable y rápidamente sus operaciones humanitarias en República Centroafricana para poder responder adecuadamente a la creciente magnitud y gravedad de esta crisis. UNICEF está fortaleciendo su presencia sobre el terreno mediante la incorporación de más personal en las oficinas de terreno establecidas en Bossangoa, Bambari y Kaga Bandoro, así como la coordinación de estrategias de difusión en el oeste y centro del país.