Desde que a finales de 2012 la Duma Rusa aprobase la ley “anti-propaganda homosexual”, que constituye un flagrante ataque contra la dignidad y la libertad de expresión del colectivo LGTB, ha habido una escalada de violencia contra los miembros de dicho colectivo, formándose incluso grupos que perseguían y torturaban a miembros del colectivo, ante la pasividad de las autoridades.
Recientemente la Red Rusa LGBT ha publicado una encuesta donde más del 50% de las personas LGTB declara haber sufrido acoso psicológico y el 15% reconoce haber sufrido violencia física. Además, solo el 6% de las víctimas decidieron acudir a la policía.
Además del grave ataque contra la dignidad de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales rusos, dicho ataque se ve ampliado a todos los deportistas LGTB que participen en los Juegos Olímpicos, ya que se ha asegurado que la ley anti-propaganda se les aplicaría de la misma manera que a los ciudadanos rusos, dando un paso más allá en la vulneración de los Derechos Humanos y siendo esto una clara violación del Principio 6 de la Carta Olímpica, dónde se prohíbe la discriminación de cualquier tipo, incluida la orientación sexual.
Esta situación ha provocado el descontento y la crítica de numerosos representantes mundiales, desde la Comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía en la Unión Europea, Viviane Reding, que ha dicho que no acudirá a los juegos como protesta, al igual que el Presidente alemán, Joachim Gauck o el Presidente Francés Françoise Hollande. Más destacable es la protesta del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ha enviado dos atletas abiertamente gais a cometer en los juegos, como un desafío a la LGTBfobia del presidente Putin.
Dentro de los deportistas abiertamente visibles LGTB, el patinador estadounidense gay Johnny Weird afirmó en agosto que tenía miedo de asistir a los Juegos y ser detenido por ser “demasiado gay”, los padres de la atleta lesbiana australiana Belle Brockhoff manifiestan la preocupación por la participación de su hija y la homofobia de Rusia. Otros como el patinador neozelandés Blake Skjellerup han dicho que no se ocultará y que llevará un distintivo del arco iris al participar, desafiando las leyes rusas. La patinadora canadiense Anastasia Bucsis sigue en la misma línea, muy orgullosa de ser lesbiana.
Por su parte, la plataforma internacional ALL OUT ha liderado numerosas protestas frente a esta intolerable situación, como la llevada a cabo el 3 de septiembre, en la que miles de personas salieron a la calle a manifestarse por los derechos y la dignidad de las personas LGTB rusas. Pese a esto, el gobierno ruso no parece querer dar marcha atrás en sus políticas discriminatorias, por lo que, con motivo de la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno, se renueva la cita mundial contra la LGTBfobia rusa.
FELGTB ya se manifestó dos veces en agosto en solidaridad con el colectivo LGTB ruso y en octubre realizó un acto de encendido de la llama olímpica desde Madrid. Ahora, Arcópoli, Cogam y Halegatos con el Área Internacional de FELGTB se unen a la convocatoria mundial el día 5 de febrero en la plaza de Callao de Madrid a las 17:30 para expresar su indignación por los continuos ataques a la dignidad del colectivo LGTB ruso, así como mostrar su apoyo a todos los atletas y participantes de los JJOO de Sochi que verán coartada su libertad debido a la LGTBfobia del país en el que se celebran.