La fisioterapia suele ser conocida por reducir dolores y ayudar a superar roturas óseas, por ello muchas personas acuden a algún centro de fisioterapia en Sevilla, Madrid o Barcelona. Más allá de estos beneficios, un grupo de investigadores de la Universidad de Almería ha descubierto que es un gran aliado para superar los efectos que provoca el ictus.
La fisioterapia suele ser conocida por reducir dolores y ayudar a superar roturas óseas, por ello muchas personas acuden a algún centro de fisioterapia en Sevilla, Madrid o Barcelona. Más allá de estos beneficios, un grupo de investigadores de la Universidad de Almería ha descubierto que es un gran aliado para superar los efectos que provoca el ictus.
Así pues, un grupo del departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina de dicha Universidad ha concluido que se observa un alto de grado de recuperación neurológica y muscular así como mejoras en la capacidad funcional en personas que acuden a este tipo de terapias tras sufrir un ictus, en comparación con las que no acuden a centros de fisioterapia.
El ictus es una enfermedad muy difícil de predecir y además sus síntomas no son fácilmente detectables, tanto es así que un alto porcentaje de la población no acudiría al hospital tras sufrir uno de estos síntomas. Esta dolencia supone la segunda causa de muerte en España, y la primera entre mujeres. Asimismo, si este problema es cogido a tiempo hay un alto porcentaje de superarlo y de no tener graves consecuencias. La principal causa que provoca esta enfermedad, que afecta a muchas personas en todo el mundo, es el depósito de grasa en los vasos sanguíneos que llegan al cerebro. De esta forma, tras sufrir esta afección la fisioterapia mejora la movilidad y la recuperación muscular.
En este estudio, realizado en 124 pacientes entre los años 2008 y 2011, se indica que la capacidad funcional mejora hasta en un 27% tras recibir este tipo de terapia. En los casos estudiados, más de un 56% de los enfermos de ictus que acudían a sesiones de fisioterapia fueron dados de alta con gran mejoría.
La terapia que se aplicaba a estos pacientes consistía en una serie de ejercicios de rehabilitación y técnicas de cinesiterapia, es decir, ejercicios activos, así como en tratamientos psicológicos para superar y asumir todo lo sucedido y para educar al entorno del enfermo. Así pues, el equipo principal estaba compuesto por un médico rehabilitador, cuatro fisioterapeutas, un terapeuta ocupacional y varios celadores conductores.
Este estudio apunta hacia la creación de modelos y programas útiles para la rehabilitación del paciente y para mejorar las medidas actuales de evaluación. Igualmente, se señala que este tipo de tratamiento supone un ahorro en costes, ya que el gasto de esta terapia de rehabilitación es menor que el que supone el ingreso prolongado en un centro médico. De este modo, este estudio tiene previsto una segunda fase donde se aporten datos más concretos y exhaustivos sobre el coste que conlleva un tratamiento rehabilitador y una estancia en el hospital.
Gracias a la fisioterapia se puede mejorar la calidad de vida de las personas que han sufrido un ictus, ya que se recuperan mejor y de forma más rápida y pueden en poco tiempo volver a realizar actividades de su vida cotidiana (aseo, alimentación, caminar… de forma autónoma) como se ha demostrado en el estudio de los investigadores de la Universidad de Almería.