Alisado permanente

El alisado japonés, también conocido como alisado iónico (debido a que se utiliza una plancha iónica), es un sistema para mantener el cabello liso para siempre. Se inventó hace casi 20 años en el país nipón, pero no fue hasta hace unos 8 años cuando salió al exterior, y su primer país de destino fue Estados Unidos.

El alisado japonés, también conocido como alisado iónico (debido a que se utiliza una plancha iónica), es un sistema para mantener el cabello liso para siempre. Se inventó hace casi 20 años en el país nipón, pero no fue hasta hace unos 8 años cuando salió al exterior, y su primer país de destino fue Estados Unidos.

Este sistema consiste en la aplicación de diferentes productos al cabello, por ello, hay que ser especialmente cuidadoso con los profesionales que lo van a realizar. Esta técnica consigue cambiar la estructura interna del cabello para siempre, por esto los dermatólogos recomiendan ponerse en manos expertas. Además, se advierte de un peligro: no es rentable para un salón de belleza realizar un alisado y no ver más a la cliente, así pues, en ciertas peluquerías no se realiza de forma correcta y se usan productos de baja calidad. De esta forma, el salón en cuestión se asegura la asistencia periódica de las clientes. Así pues, se recomienda también el uso de productos japoneses, ya que tienen un mayor recorrido y han conseguido una mejor formulación.

Además de la aplicación de una serie de productos, que se basan principalmente en el colágeno y en la keratina (que hidrata el cabello), requiere un sistema de trabajo que pasa también por realizar un estudio del tipo de pelo, ya que no todas las cabelleras son iguales y cada una de ellas requiere un trabajo personalizado. Este es otro motivo por el que es de gran importancia que los profesionales hayan recibido una formación correcta en esta técnica japonesa.

En principio, no es agresivo para el cabello, sino que mejora el aspecto del mismo, ya que el pelo quedará brillante y suave gracias a las vitaminas que aportan los productos que se aplican. Aunque de nuevo, si la persona que lo aplica no lo hace de forma correcta puede causar graves daños capilares.

La duración máxima está estimada en torno a los 18 meses y la mínima sobre unos 6 meses, siendo después necesario realizar pequeños repasos y retoques, debido también a que el crecimiento del cabello se producen en su forma habitual, es decir, previa al alisado japonés. El tiempo de duración del tratamiento dependerá de la tipología de pelo que se esté tratando. Asimismo, puede aplicarse en melenas que anteriormente hayan utilizado productos químicos, tales como tintes, mechas o baños de color.

A diferencia del alisado brasileño, con este tratamiento el cabello permanecerá durante varios meses totalmente liso, como si se hubiera acabado de planchar. El alisado brasileño reduce las ondas y baja el volumen del pelo, pero no lo deja totalmente recto, aunque sí permite que se pueda amoldar.

Como ya hemos mencionado, la principal ventaja es su permanencia, es decir, después de ser mojado el cabello no pierde el alisado. Este sistema es perfecto para el verano, ya que después de mojar el pelo, como en la playa o en la piscina, sigue mintiéndose liso, sin encrespar y sin tener la necesidad de pasar una plancha.