Unai Emery logró este miércoles ante el Rayo Vallecano su victoria número 100 en Primera, tras cinco temporadas y media, y lo que lleva de la actual. Lo ha logrado en 215 partidos, lo que le coloca como el segundo entrenador español que en menos encuentros lo ha conseguido en los últimos 25 años, sólo superado en esta faceta por Pep Guardiola, que fue centenario en triunfos de Liga con tan sólo 132 choques. Un dato anecdótico, sin duda, pero no por ello menos significativo, que ilustra el caché del técnico vasco, que necesitaba como el que más una victoria arrancar en Liga después de un inicio liguero decepcionante.

Los tres puntos eran vitales, pero el vasco no piensa que haya salvado ninguna bola de partido: "No es quitarse un peso de encima. Necesitábamos ganar y eso no nos exime de que volvamos a necesitarlo. Era una situación incómoda y vamos recuperando futbolistas, aunque otros caen, pero no hay excusas. Una pena lo de Cheryshev, que estaba con muchas ganas y podía darnos mucho. La entrada de Trochowski también se ha dado porque necesita esos minutos que le den su mejor nivel. Vamos a ver a Mbia porque tiene molestias y hay que hacerle pruebas".Sobre la grada, no puso ni un pero y afirmó que los aficionados estuvieron en su sitio: "La afición ha estado bien. En 90 minutos es normal que anime y muestre su desacuerdo, pero tenemos que calentarles nosotros con nuestro juego. Creo que lo hemos hecho en la mayoría del partido, pero después del 2-1 había esa duda. El equipo lo ha solventado y ha dado más motivos para que se le aplauda que otra cosa. La situación hace que no estemos contentos y la responsabilidad es mayor, pero estamos concienciados, le hemos quitado el balón al Rayo y al final hemos ganado. Hay que darles más alegrías".Y sobre si se jugó bien o no, el técnico sabe que depende de la opinión de cada uno: "Se puede matizar mucho porque hay muchos prismas. Con el 4-1 es difícil no haber jugado bien, pero otros dirán que con las expulsiones ha sido más fácil. Hemos hecho lo que queríamos hacer y estuvimos más juntos en la primera parte. La presión ha sido alta y habríamos querido tener más balón, pero no hemos encontrado muchas veces a Marin y tenemos que mejorar". Ya para concluir, dejó claro que acepta que se le siga cuestionando, pues lo que al fin y al cabo decide son los puntos: "Sé lo que puedo mejorar y donde están mis defectos. Sé que necesitamos ganar, acomodarnos en la clasificación y meternos en Europa. No es lo que hemos hecho sino lo que estamos en disposición de hacer. Procuro ser honesto y no tener fallos, pero soy consciente de que los resultados marcan".