El Sevilla FC logró en Estoril, arropado por 3.000 aficionados que le hicieron jugar como si fuera local, su victoria número 60 desde que debutara en competiciones europeas en septiembre del 57`precisamente ante un equipo portugués, el Benfica de Lisboa, en el Viejo Nervión. El triunfo lleva el sello, con permiso del magisterio que volvió a ofrecer Marin, de Víctor Machín y Kevin Gameiro, dos jugadores que dibujan una trayectoria claramente ascendente desde que comenzó el campeonato. Nada tiene que ver su rendimiento actual, por ejemplo, con el de las primeras jornadas, donde andaban mucho más espesos y fallones, poco desenvueltos, sin marcar la diferencia. Sin embargo, en los últimos partidos están cambiano su imagen y respondiendo a las expectativas generadas con sus fichajes. Gameiro le hizo dos goles al Málaga, el segundo propio de un devorador de área, que es lo que es, y este jueves salió cuando las papas quemaban de verdad, con un comprometedor empate a uno que deshizo a la segunda que tuvo con un remate inapelable, para luego regalarle un gol a Víctor Machín, que el canario no pudo aprovechar. No empaña ese error, sin embargo, el partidazo del canario, que después de su gran actuación en el Camp Nou, con asistencia incluida a Rakitic, volvió a ser de lo mejor del equipo, hizo una jugada sensacional en la que dejó solo a Bacca y se estrenó con el gol en partido oficial, abriendo el marcador. Buenas noticias, sin duda, para un Sevilla que ve como dos nombres propios llamados a estar en primera línea de fuego ganan enteros y asumen su rol en el equipo.
VICTORIA 60 DEL SEVILLA EN EUROPA, CON LA FIRMA DE VÍCTOR MACHÍN Y GAMEIRO, QUE COGEN IMPULSO
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