Los blancos tuvieron más oportunidades para marcar pero un acertado Prieto mantuvo imbatida la portería visitante
Antonio M. Leal
El Castilla volvió a demostrar a los aficionados del Di Stéfano un juego veloz, ofensivo y con multitud de ocasiones, pero de nuevo se quedó sin premio. El Mirandés rentabilizó al máximo sus oportunidades para llevarse los tres puntos y contó con una buena actuación de su guardameta. En los madridistas, debutó el recién llegado Rozzi, mientras que Rubén Yáñez y Aguza también jugaron sus primeros minutos esta temporada. El siguiente compromiso para lograr la victoria será ante el Barcelona B el próximo domingo.
En los primeros minutos, el Castilla intentó imponer un fútbol rápido y vertical en el que empezó a destacar Rozzi. El delantero italiano tuvo la primera ocasión blanca en el 2’, con un tiro cruzado dentro del área que se marchó desviado por poco. El nuevo jugador blanco encajó en la filosofía de juego del equipo de Toril y demostró en distintas ocasiones que es un atacante muy veloz para los contragolpes. Cuando parecía que los blancos empezaban a tener el mando del encuentro, llegó el tanto del Mirandés. Ruiz de Galarreta aprovechó un disparo desde la frontal del área para batir a Rubén Yáñez en el 20’. El técnico madridista respondió al gol contrario con un doble cambio en el centro del campo. Lucas Torró y Mascarell entraron en lugar José Rodríguez y Aguza. Mientras que los visitantes tardaban cada vez más en llegar al área blanca, el Castilla gozó de varias ocasiones para empatar gracias a los disparos lejanos de Borja y la insistencia de Rozzi. La mejor llegó tras una conexión entre ambos, que dejó al italiano en un mano a mano que detuvo Prieto. Antes del descanso, Iriome asustó a las gradas del Di Stéfano con un tiro al palo. Tras la reanudación, el Castilla siguió mostrando su intención ofensiva, que chocaba constantemente con la solidez atrás del Mirandés. Lucas fue el más activo en busca de la meta visitante, y un centro suyo desde la derecha lo cabeceó Rozzi en una buena oportunidad. De nuevo Prieto frustró la ocasión. Toril realizó su último cambio en busca de una alternativa en el ataque y sacó a Sobrino por Pulido en el 67’. Con el pitido final en el horizonte, las imprecisiones de ambos conjuntos fueron cada vez más habituales. Las oleadas madridistas consistieron en una multitud de balones colgados al área, que unas veces no encontraban rematador y otras se chocaban con el guardameta rival. Hasta el último minuto los blancos pudieron empatar, ya que en el 90’ Rozzi colocó un balón cerca de la escuadra que detuvo Prieto.