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La calidad de la leche, la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la protección medioambiental son los ejes centrales de su política

En 2012, Arla Foods amba, la cuarta cooperativa láctea a nivel mundial, aumentó su tamaño –en cuanto a número de cooperativistas- más de un 50%, debido a las fusiones con MUH (Alemania) y Milk Link (Reino Unido). Esto ha significado un crecimiento en el terreno económico, pero conlleva también una mayor responsabilidad con respecto al medioambiente.

4.000 nuevos cooperativistas significan un trabajo de interiorización de valores –y de adaptación tecnológica- muy importante, teniendo en cuenta la estricta política del proyecto de la Granja Arla, destinado a minimizar el impacto de las actuaciones de los cooperativistas.

 

¿Qué es la Granja Arla?

La Granja Arla (Arla Gården) es el programa de calidad (asesoría y auditoría) que Arla ha implantado entre sus cooperativistas para alcanzar los ambiciosos objetivos de calidad y medioambientales de la firma. Hasta ahora, se ha estado realizando en Dinamarca y Suecia, pero con el reciente crecimiento de la cooperativa, pronto estará presente en Alemania y el Reino Unido.

Sus pilares fundamentales son la composición de la leche, la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la protección medioambiental.

De esta forma, Arla determina y garantiza una correcta alimentación y certifica la condición, cuidado y atención sanitaria del ganado, así como la adquisición y las condiciones de almacenamiento de la comida. Además, controla las instalaciones de ordeño, los pastos y la reutilización de productos residuales y el uso de agua inutilizada y biogás.

También se realizan continuos análisis para asegurar la calidad y composición de la leche.

Estas adaptaciones no se limitan a una cuestión de valores, sino que, en muchos casos, requieren de nuevos edificios o accesos y sistemas de refrigeración y almacenamiento de la leche para asegurar un óptimo proceso.

 

Los objetivos medioambientales de Arla Foods

El objetivo a medio plazo de Arla en estrategia climática es la reducción del consumo total de CO2 en un 25% entre 2005 y  2020 (tomando como base 2005) gracias a la inversión en tecnología con la finalidad de optimizar la producción y detectar posibilidades de mejora en la eficiencia de procesos. Al cierre de 2013, Arla tiene previsto haber ahorrado en sus plantas de producción el equivalente al consumo eléctrico de 8.200 hogares.

A esto se suman diversos proyectos específicos; uno de los últimos puestos en marcha ha sido una mejora en el transporte que hará que la flota de la firma reduzca sus emisiones anuales en 945 millones de toneladas de CO2 y el consumo de combustible en 350.000 litros.