Nacida en Álava en 1972, Inma Shara cuenta con una amplia trayectoria profesional al frente de numerosas orquestas internacionales. Ha dirigido, entre otras, la Royal Philharmonic Orchestra, la London Philharmonic Orchestra, la Orquesta Sinfónica del Teatro Reggio de Parma y la Orquesta Sinfónica Nacional de Taiwan. También ha colaborado con solistas como Mischa Maisky, Boris Berezovsky y Shlomo Mintz.
Pese a su juventud, se ha convertido en una de las mujeres con mayor reconocimiento en la profesión a nivel internacional y asegura que los límites en cualquier trayectoria son casi siempre un asunto personal: "Los obstáculos en la vida se los pone uno mismo, lo importante ˆ afirma ˆ es mantener intacta tu vocación. Los resultados, el apoyo o el reconocimiento vendrán después".
La suya se empezó a componer muy temprano. En contacto con todas las artes desde niña, asegura que hacia los 11 años escogió y decidió racionalizar su "dedicación absoluta por y para la música". Aunque no cree que la disciplina sea el mejor método, considera la entrega y el compromiso valores fundamentales. "Necesito estudiar cada día si estoy en la preparación previa de una partitura o repasarla. Cuando ya es mía, necesito sentirla. Es la única manera de transmitir al público toda la emoción que contiene", explica.
Inma Shara también ha dirigido numerosos conciertos privados y benéficos, como el Concierto para la celebración del 60 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, presidido por S.S. el Papa Benedicto XVI en el Vaticano, y el concierto para la Clausura del Día de Europa en la Expo Universal de Shanghai. Ha sido nombrada Embajadora Honoraria de la Marca España y ha recibido, además, el Premio a la Excelencia Europea, entre otros reconocimientos.