Corregir la miopía en la actualidad es sencillo y asequible. Una rápida operación y el paciente vuelve a casa con la sensación de descubrir un mundo nuevo. Un mundo sin gafas.
La miopía es un defecto refractivo de la visión que deriva de varios factores (hereditarios y ambientales) y que afecta a más del 25% de la población mundial. No es de extrañar por tanto, que se haya desarrollado, a lo largo de mucho tiempo, decenas de procedimientos que lo corrijan. Cada uno de estos procedimientos tiene unas ventajas e inconvenientes y se debe escoger el procedimiento a aplicar en función de las características que presente el ojo del paciente, de su actividad cotidiana y su edad.
En la actualidad, los procedimientos que más auge han tenido son los realizados con láser (LASIK y PRK) por su sencillez y seguridad. Es un láser de alta precisión llamado Excimer el que se encarga de tallar una lente sobre la córnea con el poder refractivo exacto para que la imagen se enfoque de nuevo sobre la retina. Tal es la sencillez del procedimiento, que no serán necesarios más que unos pocos minutos, con anestesia tópica y de forma ambulatoria para realizar la operación de miopía y que el paciente salga de la clínica por su propio pie.
Por lo general, este tipo de operaciones no superan los 8 - 10 minutos y cuando finalizan el paciente ya es capaz de leer la hora del reloj de pared.
Para ser candidato a una de estas cirugías es necesario pasar realizar un estudio preoperatorio para evaluar el estado del ojo y la conveniencia de un procedimiento u otro. Por ejemplo, en caso de que el paciente presente una córnea muy fina no será recomendable abordar el problema con el procedimiento LASIK y será mucho más conveniente la utilización de cualquiera de los procedimientos de superficie (PRK, LASEK o EPILASIK).
Los pasos a seguir son sencillos:
Seleccionar un cirujano que nos merezca confianza (estamos hablando de la visión de cada uno, no se debe poner en manos de cualquiera). Someterse a una revisión preoperatoria que proporcionará al cirujano los datos necesarios para elegir el tratamiento más adecuado. Paso por quirófano: aprox. 10 minutos de intervención por cada ojo. Un rápido posoperatorio que en según qué procedimiento reviste leves molestias que desaparecen a las 48 horas.Es fácil pensar que el acceso a este tipo de tecnología puede costar un "ojo de la cara" pero ya no es así. Los precios de las operaciones de miopía han bajado considerablemente rondando ahora los 800 y 1500€ por ojo (según procedimiento) y la mayoría de clínicas ofrecen la posibilidad de realizar el pago de forma cómoda. En resumen, una operación rápida, un posoperatorio llevadero, un precio asquible y un valor incalculable.