¿Por qué se usa el aspartamo en los productos sin azúcar?

Con la aparición del aspartamo se ha abierto un nuevo camino en la elaboración de productos sin azúcar. Este aditivo alimentario es sencillo de sintetizar, no tiene apenas calorías y aporta un intenso sabor dulce a los alimentos. Por todo ello la industria alimentaria lo ha incorporado en sus líneas de productos sin azúcar, light y de adelgazamiento.

Los productos sin azúcar que incluyen aspartamo son ideales para controlar el peso y están indicados para personas diabéticas que deben vigilar la ingesta de azúcar. Además este edulcorante lleva más de 20 años en el mercado, ha sido sometido a numerosos estudios científicos que avalan sus cualidades hipocalóricas y más de 200 millones de personas en todo el mundo lo prefieren y lo consumen a través de los productos sin azúcar.

¿Qué productos sin azúcar suelen llevar aspartamo?

Según la web www.aspartamo.es este aditivo alimentario está presente en más de 6.000 productos de consumo diario. Las principales industrias dedicadas al mundo de la alimentación se han hecho eco de las numerosas ventajas que posee el aspartamo y han empezado a fabricar productos bajos en azúcar destinados a una clientela preocupada por su salud. Con ello han logrado que las personas puedan disfrutar de infinidad de alimentos que de ser elaborados con azúcares hipercalóricos, nunca podrían consumir. Algunos de los productos sin azúcar que se pueden encontrar en el mercado y que se comercializan con este edulcorante son: bebidas carbonatadas, cereales, chicles, yogures, mermeladas, siropes, helados, caramelos, gelatinas, barras nutritivas y galletas.

 

¿Cómo comprobar si un producto sin azúcar contiene aspartamo? Todos los alimentos sin azúcar que contienen aspartamo están totalmente identificados. Los fabricantes están obligados a indicar la presencia de este edulcorante en la etiqueta técnica que especifica la composición del producto. Normalmente en el envase aparece una tabla que refleja la cantidad de aspartamo que contiene dicho producto por cada 100 miligramos y el número de calorías que ocasiona su ingesta. A veces viene reflejado con el número E – 951, que es el código con el que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria bautizó a este aditivo alimentario tras evaluarlo en 1980 y considerarlo apto para el consumo humano.