El aspartamo, también conocido como aspartame, es un edulcorante artificial utilizado en la elaboración de alimentos dietéticos.
Se consume en pequeñas cantidades debido a que su poder endulzante es ampliamente superior al del azúcar. Diversas compañías comercializan este dipéptido bajo distintas presentaciones y sus usos son variados. No es adecuado para la preparación de alimentos que requieren cocción a altas temperaturas, ya que este procedimiento altera su composición química Entre los principales productos que incorporan al aspartamo como ingrediente se cuentan los chicles, bebidas gaseosas y refrescos, yogures y cereales. Este edulcorante se encuentra también en gelatinas, postres y salsas. El consumo de aspartamo ha sido causa de controversia en algunas ocasiones. Las dudas acerca de las posibles consecuencias negativas sobre el organismo dieron lugar a numerosas investigaciones y estudios científicos. Fue relacionado su consumo con diversas enfermedades, tales como afecciones del sistema nervioso y complicaciones diabéticas, sin embargo, el aspartamo fue posteriormente declarado inocuo por autoridades de salud certificadas a nivel mundial. Su dosis diaria recomendada fue establecida en 400 miligramos por kilogramo de peso corporal, indicando que porcentajes mayores podrían efectivamente resultar nocivos y advirtiendo que su ingesta está contraindicada para pacientes que sufren de fenilcetonuria. Fuera de estas advertencias específicas, el aspartamo puede ser utilizado para el consumo humano con total seguridad.
En los últimos años, expertos de la Organización Mundial de la Salud y de otros entes internacionales han establecido que el popular edulcorante no tiene relación con alguno de los efectos que se le han atribuido. Las conclusiones de todos los proyectos de investigación así como la extensa experiencia de años de uso del aspartamo demuestran que este sustituto del azúcar se constituye en un recurso ideal a la hora de ingerir alimentos incluidos dentro de las más variadas dietas de adelgazamiento.
