El director provincial recuerda que “Cáritas es Iglesia” y debe ofrecer su carácter asistencial “viendo en el rostro del pobre a Jesucristo”
Cáritas Diocesana de Almería ha celebrado hoy sábado, 27 de abril, en la Casa de Espiritualidad de Aguadulce, su encuentro anual de voluntarios de la Diócesis de Almería, bajo el lema “Cáritas, misionados para dar esperanza” y al que han asistido 220 personas procedentes de los doce arciprestazgos de la provincia.
El director provincial, Andrés Asensio Martínez, dio la bienvenida a los asambleístas y expuso que además de continuar con el carácter asistencial de Cáritas, uno de los nuevos pasos que habría que ir dando es el de la “caridad promocional” que se tendría que ir realizando “poco a poco, para hacerla útil, real y práctica”. “Así, sería posible mediante la organización de talleres, aprendizajes técnicos o artesanales y la práctica del trabajo con el fin de intentar un desenganche de la total dependencia de algunos usuarios y para que se obtenga el beneficio de su motivación personal”.
Pero Andrés Asensio instó a los 220 voluntarios a no olvidar el aspecto evangélico de Cáritas “como misión, trabajo hacia dentro en lo personal y en lo comunitario; que se convierta en un proceso de conversión de cada uno de nosotros y un cambio que nos haga desprendernos de lo mundano y ganar en santificación, contemplando siempre en la persona pobre el rostro de Jesucristo”. De esta forma, evocó las recientes palabras del Papa Francisco en el sentido de que “si Cristo no está en el centro de las motivaciones de las actuaciones de Cáritas ésta se convertirá en una ONG más, pero sin ser Iglesia”.
El encuentro anual profundizó en la formación de los voluntarios mediante la ponencia de Luis A. Rodríguez Huertas, responsable del Departamento Transversal de Cáritas Diocesana de Granada, titulada “Cáritas Parroquial Funciona y Cáritas Parroquial Ideal”.
Cáritas, como expresión del amor de la comunidad cristiana por los hermanos más desfavorecidos, tiene como base en Almería más de doscientas diez comunidades parroquiales, más de seiscientos voluntarios y setenta y cuatro Cáritas parroquiales, coordinadas por los servicios diocesanos, situados en la calle Alcalde Muñoz, nº 10 de la capital.