Comerciales, consultores y técnicos informáticos son algunos de los perfiles profesionales que han desarrollado seis personas con discapacidad gracias al proyecto “Diversity@Dell, the power to do more”

Comerciales, consultores y técnicos informáticos son algunos de los perfiles profesionales que han desarrollado seis personas con discapacidad gracias al proyecto “Diversity@Dell, the power to do more” Diseñado por Dell Computer y la Fundación Konecta, este plan de formación tiene como objetivo promover la inserción laboral de personas con discapacidad.

En esta ocasión, la segunda edición del programa ha incluido las clases teóricas en una escuela empresarial, donde los alumnos han obtenido, entre otras, habilidades en comunicación efectiva, técnicas de venta, ofimática y gestión comercial telefónica con una parte más práctica mediante un proceso de Shadowing (sombra) y Mentoring. Bajo esta técnica, los estudiantes han seguido a sus tutores en Dell y han podido observar cuáles son algunas de sus tareas diarias en la compañía y cómo las realizan, para así adquirir las destrezas y funciones que luego deberán llevar a cabo.

Una de las participantes en esta última edición y que próximamente se incorporará como becaria al departamento de RR.HH. de Dell en España, destaca como uno de los factores más interesantes del programa “las tutorías completamente personalizadas que hemos recibido por parte de una experta coach y que se han aplicado desde una perspectiva de life coaching e inteligencia emocional”.

Para los voluntarios de la compañía tecnológica el proyecto “Diversity@Dell, the power to do more” ha supuesto “un compromiso muy alto como mentores, prestando especial atención no sólo al desempeño profesional sino también al desarrollo humano de los alumnos”, según ha asegurado el director general de Dell España, Ricardo Labarga. A lo que añade, “los buenos resultados obtenidos en esta edición nos han llevado a plantearnos cómo reforzar nuestro compromiso con estas iniciativas, que esperamos poder continuar en un futuro ya que el impacto del programa ha excedido las expectativas al trascender del mero aspecto profesional y extenderse al aspecto humano y emotivo”.

Este proyecto también ha reforzado el compromiso con el que nació en 2005 la Fundación Konecta, tal y como afirma Graciela de la Morena, directora de la fundación: “Desde el principio nuestro fin ha sido promover el empleo y la formación como métodos de integración de las personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social a través de actividades que refuercen la autoestima y el crecimiento personal”.