• El ejercicio que actúe sobre la musculatura pélvica de forma vectorial o con impulsos frecuentes condiciona una propensión a las pérdidas de orina.
Madrid, 11 de abril de 2013
Hace algún tiempo, el instituto Dexeus realizó un estudio sobre la aparición de incontinencia en atletas femeninas que practicaban atletismo, fundamentalmente carrera continua, saltos, lanzamientos, trampolín, footing, aerobic y algunas otras disciplinas deportivas que implicaban aumento de la presión abdominal.
La realidad es que el ejercicio que actúa sobre la musculatura pélvica de forma vectorial, con impulsos frecuentes, con hiperpresión, en especial en aquellos suelos pélvicos debilitados por gestaciones o simplemente constitucionalmente proclives al ser más débiles o frágiles, condiciona una propensión para las pérdidas de orina.
La halterofilia es un ejemplo específico donde la prensa abdominal juega un importante papel, especialmente en los momentos de máximo esfuerzo para favorecer escapes de orina.
Alrededor de un 15% de corredoras jóvenes, entre 25 y 35 años, padecen el problema, pero existen remedios curativos y paliativos, asegura el doctor Pedro Tormo, portavoz del Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI). Estos remedios son variados: Electroestimulación, biofeedback, ejercicios de anteversión y retroversión, protocolos de Kegel, conos vaginales, bolas chinas y absorbentes en relación a la pérdida y a la anatomía (rectangulares, anatómicos, elásticos, con diversos sistemas de fijación, con arreglo al diámetro de la cintura o de la cadera).
La seguridad y la confianza que aportan éstos últimos, garantizan la tranquilidad de la deportista, que elimina de su mente la preocupación que supone el escape, tanto a nivel estético como la presumible influencia en su rendimiento, hasta el extremo, que muchas de ellas después de resolver el problema, continúan utilizando el absorbente.
Es fundamental, por parte de la interesada, poner en práctica desde el comienzo de los escapes las estrategias reseñadas, ya que a mayor establecimiento de la problemática y de la sintomatología, mayores dificultades en la corrección. De igual manera, el entender que no es algo natural relacionado con el ejercicio o la práctica de determinadas actividades deportivas, circunstancia contra la que hay claramente que oponerse.
De la misma forma que no nos cansaremos de recordar la aplicación del mismo criterio cuando se inicia la incontinencia a cierta edad y las personas lo entienden como natural y o propio de la edad, de los embarazos o de la menopausia.
A través de la web del Observatorio (www.observatoriodelaincontinencia.es) se puede acceder a los diferentes epígrafes, filtros, consultas, consejos, orientación y ejercicios adecuados a la problemática, nivel de pérdidas, sexo y recomendaciones específicas.