La Gran Muralla China creada a lo largo de los siglos durante diferentes dinastias, Patrimonio de la Unesco y una de las Siete Maravillas del Mundo, no deja indiferente a quien la visita.
La Gran Muralla China o Chángchéng (”larga fortaleza”), fue construida en la Dinastía Qin, 200 años antes de Cristo, con el fin de protegerse de los ataques de los habitantes de la actual Mongolia. El emperador Qin Shi Huangdi, famoso entre otras cosas por hacer los soldados de Terracota de Xian, unificó el Imperio en el año 221 antes de Cristo y unió los trechos de muralla construidos previamente. Durante los siguientes mil años que duró la reconstrucción, la muralla llegó a tener 7300 km de longitud.
Dicen las crónicas que durante 2100 años, desde el siglo V antes de Cristo hasta el siglo XVI, los chinos se protegieron con fortificaciones de las invasiones de los nómadas del norte. Y su principal propósito no era impedir que fuera atravesado, sino más bien impedir que los invasores trajeran caballerías con ellos. Pese a la creencia extendida, nunca fue una única edificación defensiva, sino de que se fue erigiendo en distintas partes del imperio, durante diferentes dinastías y con diversos fines
La Gran Muralla china es uno de los principales emblemas del país asiático.
Contando sus ramificaciones y construcciones secundarias, se calculaba que tenía 8.850 kilómetros de largo, desde la frontera con Corea al borde del Rio Yalu hasta el desierto de Gobi a lo largo de un arco que delinea aproximadamente el borde sur de Mongolia Interior, aunque hoy sólo se conserva un 30% de ella. Aproximadamente mide de 6 a 7 metros de alto y de 4 a 5 metros de ancho.
Sin embargo un Proyecto de investigación iniciado en 2007 por la Autoridad Nacional de Patrimonio Cultural, ha constatado que la longitud de la Gran Muralla china es casi 2,5 veces mayor de lo que se pensaba, puesto que mide 21.196 kilómetros y no los 8.850 calculados hasta ahora.
El estudio también reveló que sólo un 8,2% de esos tramos conservan su aspecto original, mientras un 74% sufrió importantes daños a lo largo de los siglos pasados.
En 1987 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en 2007 fue elegida como una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
Los materiales usados en su construcción difieren según el tramo de muralla en el que nos encontremos, principalmente se usaban los materiales disponibles en esa zona de la muralla. Así cerca de Pekin se utilizó caliza, mientras que en otros sitios se utilizó granito o ladrillo cocido. Al Oeste de China se utilizaron materiales menos duraderos, como arcilla o arena comprimida reforzada con ramas de árboles
La mayoría de los turistas lo que vemos hoy es el fruto de la labor realizada en los siglos XVI y XVII.
Desafortunadamente esta gran obra arquitectónica, a pesar de su extraordinaria longitud, no es visible desde la luna, como se creyó durante muchísimos años.