• Consejos del Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI) (http://www.observatoriodelaincontinencia.es)
Un simple catarro, alergia, hipersensibilidad de la mucosa olfatoria (perfumes, humos…) o procesos gripales y, en muchas ocasiones, el tabaco suelen provocar tos y estornudos. Una situación que a veces puede ocasionar escapes de orina. Y el invierno es una de las estaciones del año donde es frecuente que se den algunas de las circunstancias comentadas.
¿Por qué ocurre? .- Cuando la vejiga se encuentra en tensión, y por tanto está repleta, la simple presión abdominal, sobre todo cuando la intensidad del estornudo o de la tos supera los decibelios habituales, puede producir un pequeño escape urinario, simplemente unas gotas. Una situación que también puede acontecer en los ataques de risa dentro de una reunión o espectáculo hilarante.
Pero estas situaciones no debemos tenerlas en consideración, a no ser que la circunstancia se repita cada vez que estamos con gripe, catarro o en las situaciones mentadas al inicio. Si este fenómeno se produce con asiduidad, entonces debemos pensar que no existe lógica para que nuestra musculatura vesical deje escaparse la orina y es necesario efectuar la consulta a un profesional.
Consejos.- El doctor Pedro Tormo, portavoz del Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI) nos da una serie de consejos que pueden ayudar a prevenir estos temidos escapes. Recomienda el vaciamiento del receptáculo urinario de manera frecuente, pero sin que se convierta en algo obsesivo; también la protección ante las temperaturas o la humedad exterior y sobre todo descartar padecimientos (defectos en suelo pélvico, infecciones urinarias frecuentes, diabetes, vejiga hiperactiva, estatus nerviosos, vejigas pequeñas y otros).
Absorbentes.-De todos modos, si se encuentra o no causa alguna desencadenante, el diseño anatómico de los modernos absorbentes, además de la ropa interior protectora son de gran ayuda y devuelven la tranquilidad perdida.