El círculo de Bellas Artes fue una asociación cultural de la capital madrileña que surgió en el año 1879, de la mano del pintor Plácido Francés y de una veintena de artistas más. Sin embargo comenzaron sin tener una sede fija, lo que les obligaba a ir de un sitio a otro para celebrar sus reuniones. Con el paso del tiempo, la necesidad de contar con un espacio fijo para sus encuentros se fue haciendo cada vez más grande puesto que la entidad y su prestigio fueron creciendo a pasos agigantados.
En 1919, tras celebrar un concurso público, el arquitecto Antonio Palacios Ramilo fue el elegido para construir este edificio, que pasaría a ser la nueva sede de la asociación.
Las obras se llevaron a cabo entre 1921 y 1926. Esta construcción fue concebida como un edificio multifuncional de grandes dimensiones: y es que hoy sigue albergando una gran y variada cantidad de actividades: exposiciones, tertulias, conferencias, representaciones teatrales, proyecciones de películas, biblioteca, conciertos, bailes de carnaval, festivales de música electrónica, etc. Su trabajo está repartido en diferentes áreas: Artes Plásticas, Vídeo e Imagen, Fotografía, y Arquitectura y Diseño.
Tiene una planta rectangular de la que se levantan distintos volúmenes superpuestos con trazas clasiscistas. En el interior destaca la escalera barroca de doble tiro, que va uniendo las diferentes plantas del edificio, y que, a su vez, se estructuran en tres partes distintas. Así, en la planta baja, a parte del vestíbulo, se pueden encontrar varios miradores y salas de exposiciones, y en el entresuelo, está ubicado el club de socios y zonas de recreo.
La planta principal alberga los salones para las grandes fiestas, conferencias, reuniones… y cuenta con un cine-teatro que se prolonga hasta el entresuelo; de los dos áticos, uno está destinado a una biblioteca y el otro a sala de recreos y oficinas de la institución; le siguen dos plantas aterrazadas, la primera acoge los comedores y cocinas y la segunda varias exposiciones de Bellas Artes; el primer sótano se destina al ocio y el deporte, con gimnasio, sala de baile, bar, sala de baños, esgrima y hasta se dispone una pequeña sala de patinaje; por último, el subsótano queda reservado para las dependencias de mantenimiento, almacenaje y servicios generales.
Situado en un enclave muy importante del centro de la ciudad, en la confluencia de la calle de Alcalá con la Gran Vía, el Círculo de Bellas Artes consigue, además, que podamos disfrutar de unas bellas vistas panorámicas de Madrid, sobre todo de la Gran Vía, de la plaza de Cibeles y de la calle de Alcalá. Por tanto, hay que destacar la azotea de esta maravilla arquitectónica.
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