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• Las empresas catalanas apuestan más por la experiencia y se arriesgan menos a la hora de buscar nuevos talentos. • La coyuntura económica pide resultados rápidos, trabajadores que ofrezcan un pronto retorno de la inversión.

Los empresarios con empresas en Cataluña son cada vez más exigentes con las competencias de los candidatos en sus procesos de selección. Según la multinacional de selección de personal especializado Hays, esto responde a una tendencia general motivada por la difícil situación que atraviesa el mercado laboral, con menos ofertas de empleo. Este escenario lleva a los empresarios a contratar a personas con mucha experiencia que ofrezcan un retorno de la inversión inmediato.

La competencia en el mercado laboral es muy alta, lo que ha llevado a las compañías a elevar sus estándares y replantear sus estrategias en recursos humanos. Las empresas no quieren equivocarse a la hora de seleccionar a sus trabajadores y para cubrir los puestos muchas están recurriendo a la externalización de los Recursos Humanos: empresas especializadas dedicadas a encontrar al candidato más adecuado para la empresa. Óscar Cebollero, manager de Cataluña para Hays, comenta: “Hemos notado una tendencia de las empresas a exigir más de los candidatos. Antes las empresas eran más laxas a la hora de contratar, apostaban más por la potencialidad de algunos candidatos. Actualmente ya no se pueden permitir ese riesgo en pro del talento: sólo contratan si están seguros por completo de que la persona es la adecuada para el puesto de trabajo, una persona que va a aportar a la empresa más de lo que cuesta desde un principio y que no va a necesitar un tiempo de formación para comenzar a producir”.

En cuanto a competencias, los requisitos también se sitúan en niveles elevados. “Cuando la demanda es muy alta, y la calidad de la misma es alta, se eleva el nivel de exigencia para un puesto de trabajo” apunta Cebollero. Los idiomas siguen siendo un valor diferenciador: “El inglés se da ya por supuesto en los profesionales. Tener uno o dos idiomas más es lo que marca la singularidad: el francés y el alemán siguen siendo de los más valorados, y se unen a ellos los idiomas que permiten desenvolverse en las nuevas potencias económicas, como el chino y el portugués”. En cuanto a habilidades interpersonales, la capacidad de trabajo y la lealtad terminan de conformar un perfil de alto nivel para el empresario catalán, que apunta cada vez más a una tendencia conservadora a la hora de elegir a sus trabajadores.