La tecnología de consumo ha logrado instalarse en todos los hábitos de la sociedad. Tablets PC, smartphones y demás artículos tecnológicos ocupan un papel destacado en hogares y oficinas de todo el mundo. Pero en un contexto de fuerte crisis, la oferta está disipándose de las grandes marcas hacia unos dispositivos más económicos que luchan por hacerse un hueco en un mercado tradicionalmente copado por Apple, Google, Sony, Samsung y otros gigantes tecnológicos.
Frente a ellos nace la llamada tecnología anticrisis: dispositivos de marca blanca con las mismas características -o muy parecidas- que los artículos de los fabricantes más prestigiosos, a precios más asequibles. Esta es la clave por la que los fabricantes chinos empiezan a ganar terreno. Hasta hace poco, sus tablets y móviles eran copias de los modelos de otras marcas, con los que era difícil competir sobre todo a nivel de software. Sin embargo, esto ha ido cambiando gracias a sistemas operativos como Android, con el que los fabricantes chinos tienen acceso a una licencia para usar este sistema en sus dispositivos. Así pues el mercado cuenta ahora con unos productos que copan todas las gamas de calidad, a un precio muy inferior.
Otro factor entra en juego. Desde que las compañías telefónicas han tomado la decisión de no subvencionar los dispositivos móviles de las grandes marcas, los consumidores buscan una alternativa que responda a sus necesidades tanto operacionales (mismo software) como de hardware (cámara, velocidad de procesador, batería, etc.). Y en los dispositivos de marca blanca han encontrado una solución que en algunos casos supone un ahorro de más de 200 euros. Y lo mejor de todo: sin estar sujeto a las condiciones de tarifas de las compañías teleoperadoras.
Unos emprendedores valencianos han recogido el testigo de esta nueva oportunidad de mercado, comercializando aparatos como móviles libres y tabletas con sistema operativo Android, a precios realmente competitivos, desde su tienda online www.divertop.com. En palabras de Juanjo Payá, socio director de la joven empresa valenciana, junto a Francisco Plasencia y Enrique Álvarez, "los aparatos de Divertop pueden competir con las marcas más conocidas. Además nuestros trabajadores prueban el funcionamiento de todos los dispositivos para garantizar su calidad y que el cliente recibe lo que compra". Por otro lado, una de sus bazas es el servicio de atención al cliente. "Empleamos a dos teleoperadoras y a un técnico de mantenimiento a disposición de los clientes que tengan dudas", según sus palabras, así como los plazos de entrega, del cual asegura que "los usuarios reciben su compra en 24 horas, o a lo sumo en 48, en toda España".
Queda pues demostrado que, a pesar de la situación económica, hay empresas valencianas que siguen luchando día a día por encontrar su hueco en el mercado. En el caso de Divertop es hacer que las nuevas tecnologías sean accesibles a todo el mundo. Incluso en un sentido literal: "pronto esperamos internacionalizarnos y abrir mercado en más países de la Unión Europea", en palabras de Juanjo. Mientras llega ese momento, la empresa considera una prioridad hacer que la tecnología llegue a ámbitos más cercanos y a sectores tradicionalmente apartados de estos dispositivos, como la tercera edad. Pero también a las generaciones futuras, en donde las tablets pueden servir como una herramienta que ayude a los estudiantes a hacer sus trabajos: "ahora estamos en conversaciones con colegios de la Comunitat para que puedan renovar su flota de ordenadores, ofreciendo tablets a bajo precio para las aulas de estudio". Y es que tecnología anticrisis ya está aquí, ha llegado para quedarse y seguramente será una de las claves de una sociedad cada vez más ávida de usar estos aparatos en todos los ámbitos de la vida, sin tener que pagar por ello el sobrecoste de algunas marcas.