Una ciudad acogedora e histórica
Ottawa, en la costa Este de Canadá, fue fundada en el siglo XVIII y su centro histórico conserva construcciones típicas del centro de muchas ciudades europeas, pero añade grandes espacios verdes al aire libre. La ciudad está entre Toronto y Montreal, de la que se encuentra a un par de horas. Ottawa fue capital de Canadá durante algunos años. El centro histórico de Canadá y prácticamente lo más destacable de su visita se puede hacer a pie, ya que no hay grandes distancias. Para hacerse una idea Ottawa, se encuentra dividida por el Canal Rideau, que en verano es lugar de terrazas y en invierno una transitada pista de patinaje. A un margen del canal se encuentra el barrio del Parlamento y edificios colindantes, sede del Gobierno Oficial. Son de estilo neogótico, construidos en los años 60 del siglo XIX. La Cámara de los Comunes y el Senado se pueden visitar también por centro en el Centre Block, el edificio central. Su torre ofrece las mejores vistas de Ottawa. Entre estos edificios también se cuenta el Museo de Bellas Artes. El otro lado del canal está dominado por el barrio de ByWard Market, en el que se encuentra Little Italy. Un barrio lleno de vida, mercados y puestos, tiendas, restaurantes, cafeterías y mucho más. Perfecto para distraerse, relajarse o comprar después de las visitas. En Ottawa hay varios museos que merece la pena recorrer: Cerca del canal puedes visitar el pequeño ByTown Museum, que te muestra la historia da la ciudad; El Museo de la Civilización es en cambio inmenso. Uno de los más modernos es el Museo de la Guerra de Canadá, en el que se repasa su historia militar. Otras visitas principales son la Catedral de Notre Damme (el francés compite en uso con la lengua inglesa en Ottawa) o el National War Memorial, un monumento en conmemoración por los caídos de la guerra civil canadiense.