El próximo 14 de noviembre se celebra el día mundial de la diabetes. La campaña internacional la promueve la Federación Internación de Diabetes (IDF) pero es secundada por todos los países del mundo. El lema de este año será ¡PROTEJAMOS NUESTRO FUTURO!
El Día Mundial de la Diabetes se instauró en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes (IDF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en respuesta al alarmante aumento de casos de diabetes en todo el mundo. Se decidió que la fecha para celebrar este día fuera el 14 de noviembre para conmemorar el aniversario del nacimiento de Frederick Banting, pieza importante en el descubrimiento de la insulina en 1922 junto con su compañero Charles Best.
El lema de este año será ¡PROTEJAMOS NUESTRO FUTURO!
Datos
• Se calcula que hay más de 290 millones de personas diabéticas en el mundo y unos tres millones en España. Se cree que su incidencia puede ser entre el 5 y el 6 % de la población
• La diabetes tipo II es la más extendida entre los diabéticos mientras que la tipo I solo afecta al 10 por ciento de los pacientes. Por su parte, la diabetes gestacional afecta a una de cada diez embarazadas
• Los pacientes diabéticos que padecen la enfermedad desde hace más de diez años presentan algún tipo de alteración vascular en la retina. Además, la mayoría de los pacientes con más de 30 años de enfermedad muestran retinopatía diabética http://diabetes.tuotromedico.com/guia/retinopatia-diabetica
Tipos de Diabetes Existen tres tipos de diabetes. La diabetes tipo I o Insulinodependiente (DMID) que por lo general se diagnostica en niños, adolescentes o adultos jóvenes; la diabetes tipo II o No Insulinodependiente (DMNID) que afecta en principio a mayores de 45 años, personas con sobrepeso o aquellos con familiares cercanos que la padezcan; y la diabetes gestacional, que la contraen ciertas mujeres durante la última etapa del embarazo.
Diabetes Tipo I (DMID) En este tipo de diabetes el páncreas de la persona afectada produce muy poca insulina. Los síntomas se desarrollan muy rápidamente y aunque en general, pueda aparecer en cualquier persona y a cualquier edad, aquellas típicamente afectadas son niños, adolescentes y adultos jóvenes. De hecho, la mayoría de los diabéticos diagnosticados menores de 19 años son de tipo I. La genética hereditaria es un factor importante para contraer la diabetes tipo I, pero no es suficiente para producir la enfermedad ya que necesita la influencia de otros factores que no son completamente conocidos. En este tipo de diabetes las inyecciones de insulina son totalmente necesarias para prevenir la cetoacidosis o incluso la muerte. También es cierto que en el primer año después del diagnóstico, se puede notar una mejoría conocida como “periodo de luna de miel” en el que se podría incluso dejar de recibir dosis de insulina.
Diabetes Tipo II (DMNID) En el caso de las personas con diabetes Tipo II, no afrontan problemas de ausencia de insulina y aunque puedan tener una modesta disminución de la hormona, también pueden tener más probabilidad de tener una concentración de insulina normal o incluso aumentada. El problema de estas personas es que su cuerpo se resiste a la insulina y por ello son necesarias grandes cantidades para mantener la cantidad normal de glucosa en sangre.
El peso suele ser un factor muy importante en los diabéticos de tipo II y la disminución del mismo suele tener un efecto favorable. También es cierto que en ocasiones se necesitan inyecciones de insulina para mantener la concentración de glucosa en sangre dentro de los niveles adecuados, aunque su falta no produce cetoacidosis como ocurre con la diabetes tipo I. Además de las inyecciones de insulina, existen otro tipo de medicamentos orales llamados agentes orales hipoglucemiantes que únicamente son válidos para la diabetes tipo II. En el caso de que se produzca una pérdida de peso, la necesidad de insulina e hipoglucemiantes orales es reducida o eliminada totalmente.
Diabetes gestacional Se produce normalmente durante la última etapa del embarazo y es que durante la misma, ocurren adaptaciones metabólicas encaminadas a corregir el desequilibrio que se produce al necesitar mayor aporte nutritivo para el feto. El desequilibrio más común entre las embarazadas es en el que el organismo necesita mayor dosis de insulina al precisar mayor uso de la glucosa.
Normalmente no se encuentran síntomas o no son potencialmente mortales para la mujer embarazada y por lo general, el nivel de glucosa en sangre retorna a la normalidad después del parto. Además, la mayoría de las mujeres que desarrollan este tipo de diabetes no suelen necesitar medicamentos o dosis de insulina.
La diabetes gestacional debe ser tratada en las embarazadas para que el feto esté saludable. Para ello, el médico deberá examinar tanto a la embarazada como al feto durante todo el embarazo para verificar el tamaño y salud del mismo. Asimismo, es totalmente aconsejable realizar deporte y seguir una dieta apropiada evitando aquellos alimentos con gran cantidad de azucares, además de las bebidas alcohólicas.
Tratamiento de la diabetes Independientemente del tipo de diabetes y de si la persona enferma tiene que medicarse o no, el estilo de vida juega un papel muy importante en el tratamiento de la misma. El manejo y la progresión de la diabetes están estrictamente ligados a la conducta. Para ello, el paciente deberá llevar un plan apropiado de control de dieta y peso, y realizar actividades físicas semanalmente.
El cumplimiento de una dieta apropiada es esencial http://diabetes.tuotromedico.com/guia/regimen-dietetico-para-la-diabetes para pacientes con diabestes tipo II. De hecho, un un buen programa de control de peso suele ser suficiente para tratar y sobreponerse a la enfermedad. Este tipo de dietas son específicas para cada individuo y básicamente se basan en la reducción de peso y en el establecimiento de unos patrones de comida.
Por su parte, las bebidas alcohólicas y bebidas con cafeína tienden a agravar la diabetes, por lo que se debe limitar su consumo para no perjudicar el control de peso. La obesidad que produce este tipo de bebidas aumenta la necesidad que tiene el cuerpo de insulina, ya que la comida ‘extra’ contribuye a aumentar la cantidad de glucosa en el sistema. Además de las bebidas nombradas anteriormente, se debe evitar el consumo de azúcares, tales como pasteles, tartas, bombones o bebidas dulces. Este tipo de comidas se deben reemplazar por alimentos ricos en fibra, tales como el pan de trigo y centeno, frutas y vegetales.
Una buena dieta alimentaría no es suficiente por si sola, ya que además, el paciente deberá realizar ejercicio cardiovascular habitualmente para mantener un peso adecuado. Aunque lo que realmente beneficia al enfermo es que durante el ejercicio, los músculos utilizan más glucosa que en reposo, y esto ayuda a que el nivel de glucosa en sangre disminuya.
De todas formas es recomendable no realizar ejercicio muy intenso y de manera continua ya que puede disminuir excesivamente el nivel de glucosa en sangre. Para evitar esto, una buena práctica es beber leche y tomar carbohidratos 30 minutos antes de realizar el ejercicio.
Tanto el cumplimiento de una dieta apropiada como la realización de ejercicio suele ser suficiente para aquellos pacientes que no requieren medicación. En el caso de que no fuera el caso, la insulina es el medicamento más utilizado en diabéticos de menos de 40 años. En cambio, los hipoglucémicos orales tienen mayor uso en pacientes que han desarrollado la diabetes después de los 40.
En el caso de los pacientes con diabetes tipo II pueden no requerir insulina dependiendo de la voluntad individual de seguir la dieta y los ejercicios establecidos, pero los pacientes de diabetes tipo I necesitarán obligatoriamente las dosis de insulina aunque estas, dependerán también del cuidad que tenga el enfermo con su dieta y ejercicio.
La retinopatía diabética Es la causa más frecuente de ceguera entre las personas de entre 30 y 64 años. Esta forma de ceguera se puede prevenir y el médico será el responsable de realizar una revisión oftalmológica a pacientes de diabetes tipo I, con cinco años o más de enfermedad; y a los de tipo II, desde el momento del diagnóstico de la misma.
Las principales medidas preventivas que deben seguir los pacientes diabéticos para evitar la aparición de la retinopatía diabética son, realizar controles estrictos de glucosa en sangre, de la presión arterial y del colesterol, además de evitar el tabaco.
¿Quiénes deben realizarse exámenes oftalmológicos? Es aconsejable en niños de más de 10 años que padezcan la enfermedad desde hace cuatro años o más, los adultos y adolescentes con diabetes tipo II tan pronto como reciban diagnóstico, y los adultos y adolescentes con tipo uno a los cinco años del diagnóstico. Además, es muy aconsejable acudir a una revisión oftalmológica anualmente tras este primer examen.
Aunque la retinopatía diabética es la principal complicación visual que causa la diabetes, existen otro tipo de complicaciones asociadas como las cataratas, el desprendimiento de retina o el edema macular. Los casos de retinopatía diabética se pueden diagnosticar mucho antes de que aparezcan los síntomas mediante un examen de la retina. Aun así, los síntomas suelen ser, pequeñas manchas en la visión, dolor ocular o de cabeza y dificultad para ver de noche.
En España existen federaciones y asociaciones nacionales sin ánimo de lucro además de portales médicos, comunidades y enciclopedias especializadas en la diabetes. Destacan la Federación de Diabéticos Españoles http://www.fedesp.es, la Fundación para la Diabetes http://www.fundaciondiabetes.org/, la Sociedad Española de Diabetes http://www.sediabetes.org y a nivel internacional, la Federación Internacional de Diabetes http://www.idf.org. También existe una comunidad http://diabetes.tuotromedico.com creada por los especialistas de la enciclopedia médica ‘Tu Otro Médico’ dirigida a enfermos de diabetes. La misma, dispone de grupos de apoyo para los enfermos, guías para el tratamiento de la diabetes, un directorio médico a nivel estatal y un foro de participación en el que los pacientes podrán realizar consultas o contar sus experiencias.