Una extranjera cuenta su experiencia con el examen DELE
Como consecuencia de una creciente globalización, el idioma español adquiere cada vez más importancia. A lo largo de los últimos años han aumentado las ofertas para cursos de español y el número de estudiantes, de ahí que hace 3 años yo también decidiera empezar a aprender este idioma. Al principio, el español solo era una aptitud más para el currículum que debería mejorar mis oportunidades en el mercado laboral, pero ya poco después de las primeras clases se convirtió en una afición: empecé a ver películas y escuchar música en español, quedaba con hispanohablantes para hacer un intercambio de idiomas, etc.
Después de tres años de clases, todavía no había obtenido ningún certificado que acreditara mis conocimientos de español y, por eso, decidí participar este año en el examen DELE de nivel C1. Tres veces al año, se tiene la posibilidad de hacer el examen DELE de los diferentes niveles: en mayo, agosto y noviembre. La inscripción para la examinación se realiza aproximadamente hasta un mes antes de la fecha del examen en internet, por ejemplo en la página del Instituto Cervantes o, como en mi caso, en la página web de la escuela de español Costa de Valencia.
Allí hice un curso de preparación DELE durante 3 semanas. Este curso estaba especialmente diseñado para las exigencias y los contenidos del examen DELE de nivel C1 y estaba compuesto por solo 4 personas. En las clases hicimos modelos de las tareas de las 4 partes del examen (comprensión de lectura, comprensión auditiva, expresión escrita y oral). Además llevamos a cabo un simulacro de un examen completo para prepararnos óptimamente para el 24 de agosto de 2012.
Pero el 23 de agosto por la tarde ya se hizo realidad el examen con la prueba oral. Al principio estaba muy nerviosa, pero a lo largo del examen y hablando desapareció el nerviosismo. Así, ya estaba dado el primer paso, pero todavía quedaba la mayoría por hacer. Al día siguiente, el 24 de agosto, ya estuve a las 8 de la mañana en el centro examinador, ya que hay que estar una hora antes del comienzo del examen. El caso es que no estás solo con el nerviosismo: muy a menudo, más de 100 estudiantes de español por centro examinador quieren hacer la prueba, así que antes del examen hay que controlar un montón de documentos e indicar el procedimiento a todos los participantes.
Después del comienzo del examen solo una cosa tiene prioridad: ¡concentración! Quien piensa que los exámenes DELE son fáciles, se equivoca. Para obtener este certificado internacionalmente reconocido se exige mucho por parte de los estudiantes, y quien aprueba al final, puede estar orgulloso de sí mismo. A parte, este certificado siempre será un gran punto a favor a la hora de solicitar un trabajo o una plaza universitaria.