La crisis económica ha obligado a muchos pequeños despachos de abogados a buscar fórmulas innovadoras para asegurar su supervivencia.

La crisis económica ha obligado a muchos pequeños despachos de abogados a buscar fórmulas innovadoras para asegurar su supervivencia. El coworking (o cotrabajo) permite que letrados independientes desarrollen su trabajo de forma totalmente autónoma pero compartiendo un mismo espacio físico y virtual con otros profesionales de su sector. Al estar todos juntos, se crean vínculos entre los abogados y abordar proyectos de manera conjunta.

Un grupo de pequeños bufetes de Madrid han creado Unifortia para aprovechar las ventajas del coworking. La sede del centro de abogacía está ubicada en una oficina en el Paseo de la Castellana, junto a la Plaza de Castilla. En la oficina dispondrán de conexión a Internet por cable y por Wi-Fi de alta velocidad, aire acondicionado, sala de visitas y reuniones y una cómoda office-cocina.

Los abogados de Derecho Penal alojados en Unifortia mantendrán su denominación, identidad corporativa y se les asignará un número de teléfono con prefijo 091 pero no compartirán ni ingresos ni clientes. En función del plan contratado cada abogado pagará una cuota mensual que servirá para cubrir los gastos necesarios para el mantenimiento de las instalaciones. De esta manera, se reducen y optimizan los costes fijos y, a su vez, ofrecen un servicio de gran calidad a sus clientes.